Revista semanal por
Internet Indio Gris
Nº 92. AÑO 2002 JUEVES 28 DE FEBRERO
FUSIONA - DIRIGE - ESCRIBE Y CORRESPONDE:
MENASSA 2002
NO SABEMOS HABLAR PERO LO HACEMOS
EN VARIOS IDIOMAS
CASTELLANO, FRANCÉS, INGLÉS, ALEMÁN
ÁRABE, PORTUGUÉS, ITALIANO Y CATALÁN

INDIO
GRIS ES PRODUCTO
DE UNA FUSIÓN
EL BRILLO DE LO GRIS
Y
EL INDIO DEL JARAMA
LA FUSIÓN CON MÁS FUTURO DEL SIGLO
XXI
Indio
Gris
INDIO
GRIS Nº 92
AÑO II
EDITORIAL
ENTREVISTA
AL POETA MIGUEL OSCAR MENASSA
Domingo, 24 de
febrero de 2002
Carmen
Salamanca: No nos has contado cómo pasaste la mili, alguna anécdota
de esa época en la marina ¿qué hacías?
Miguel
Oscar Menassa: 1961. No me acuerdo nada del servicio militar... sí
me acuerdo de dos o tres cositas. Yo estaba en tercer año de medicina,
o en segundo, un día que se fueron todos los médicos y me dejaron a
cargo de la enfermería de la Escuela Mecánica de la Armada, que fue
donde después torturaron y vejaron a las personas.
Y
los compañeritos se habían enterado de que yo estaba de guardia, a
cargo de la enfermería, donde había 40 camas y generalmente estaban
ocupadas 2 ó 3. Yo tampoco era médico, era estudiante de segundo año
de medicina. Claro, venía la gente y decía “tengo fiebre” y le hacía
una fichita y le internaba. Al rato venía otro y le internaba, en total
interné a 40 conscriptos.
CS:
¿Qué es conscripto?
MOM:
Soldado. A 40 soldados que estaban haciendo la mili, pobre gente. Me
duele aquí, me duele allá y, claro, yo no los revisaba, yo había
hecho fisiología: sabía matar las ratas, descerebrábamos a los sapos
de una sola puntada. Matábamos a las ratitas golpeándoles la cabeza
contra el mármol de la mesa de disección.
CS:
Claro, y no iba a tratar así a los soldados ¿Eso quiere decir? que era
más delicado con los soldados.
MOM:
No, le digo que yo sólo sabía con animalitos, había hecho sólo
fisiología. En fisiología las cosas se estudian con animalitos. La
verdad, un médico sale de la facultad sin saber cómo funciona el ser
humano. Pero después se aprende, como todas las cosas. ¿Qué le decía?
CS:
Que internó a 40 soldados en la enfermería.
MOM:
Después vinieron las autoridades, el lunes, y me dieron como 30 ó 40 días
de calabozo. Y no tenían consideración, en el calabozo había un tipo
que había matado a 37 personas.
CS:
Y te trataban igual que a él.
MOM:
Claro, y me encerraban con él.
CS:
¿Estuviste mucho tiempo en el calabozo, muchas veces?
MOM:
No, me sacaron cuando le rompí la cara, casi lo destrozo, a ese
asesino, porque me quería violar y yo no me dejaba, era muy chiquitito,
era una época donde practicaba deporte. Me sacaron de la celda
atendiendo a mis razones, claro. Después terminaron esos 30 días de
arresto y vino un compañero, un poeta, y me dice: “Ché flaco, un
manifiesto a favor de Cuba revolucionaria” y le dije: “¿Pero a ti
te parece, haciendo el servicio militar?” “Pero sí flaco, no seas
boludo”.
CS:
¿Total?
MOM:
60 días en el calabozo.
CS:
¿Por haber firmado el manifiesto?
MOM:
Por haber firmado el manifiesto, sí. Y un poco de tortura, porque me
levantaban a las 3 de la mañana y me preguntaban "¿Quién
es?" y yo les contestaba: “Yo soy liberal”. Y me decían: “¿Y
qué relación tiene con estos comunistas asquerosos”. Y yo
contestaba: “Eso, que yo aquí en el servicio militar vivo peor que
ellos, que soy más asqueroso que ellos”.
CS:
¿Y coincidían esas declaraciones con el sentir de los oficiales en
aquella época?
MOM:
Los tipos no sabían qué hacer conmigo. A los marineros (yo hice el
servicio militar en la marina), les pasaba lo mismo que a las mujeres,
que no sabían qué hacer conmigo, nunca ninguna mujer supo qué hacer
conmigo. Entonces estaba preso, estaba encerrado, pero siempre gozaba de
cierta franquicia. Un día quise ir a pasear, no daba más, y me puse un
brazalete rojo y me subí arriba de la ambulancia y salí a pique total
y el soldado que estaba de guardia hizo la venia, me hizo así con la
mano. Claro, yo iba tan apurado que pensó “alguien corre peligro”.
Con tan mala suerte que en
la calle Corrientes impacté, me llevé por delante un camión y quedó
la ambulancia hecha polvo. Entonces llamé a la Escuela Mecánica y pedí
hablar con un compañero “hoy pones la cara por mí y yo mañana por
ti”, un compañero. Él tuvo una idea, “yo salgo de aquí con un
jeep y te lo doy a conducir a ti y el castigo va a ser menor que si
decimos que tú te escapaste con la ambulancia. Si decimos que yo me
escapé con la ambulancia, que yo no estaba preso, que choqué y que tú
me viniste a socorrer...
Y
otros 60 días.
CS:
O sea, que casi pasó más tiempo en el calabozo...
MOM:
En el calabozo estuve sólo una vez, después de que casi lo mato al
asesino ese. Era un asesino pero no sabía boxear, no sabía pegar, no
sabía nada, pobre hombre. No era un asesino con las propias manos, era
un asesino con armas de fuego y como ahí adentro no había armas de
fuego... No me dejaban salir del cuartel, pero yo tenía mis trucos, por
ejemplo, nadie quería hacer las guardias nocturnas, nadie. Yo cobraba,
ahora no me acuerdo cuánto, pero cobraba por hacer las guardias
nocturnas, que se hacían en una garita, un puesto de vigilancia, y en
realidad por la noche nunca pasaba nada. A las 6 de la mañana venían
los primeros jefes, pero por la noche nunca. Yo, lo que hacía era que
les cobraba a mis compañeros la guardia nocturna, iba hasta la garita,
ponía el fusil apoyado en el suelo, encima del fusil ponía el gorro de
marinero y yo, sin gorro de marinero, salía a la calle, me tomaba un
taxi y me iba a dormir a la casa de una amiga nuestra que, a la sazón,
fue la traductora de Cesare Pavese. Antes de las 6 de la mañana volvía,
cuando pasaba el primer capitán yo le decía, “Buenos días, mi Capitán”
y él me decía “Usted siempre cumpliendo guardias nocturnas, no le
tiene miedo a las guardias nocturnas” o algo así.
CS:
¿Se descubrió alguna vez que se iba por la noche?
MOM:
No, si se hubiese descubierto eso estaría todavía haciendo el servicio
militar. No, eso no se descubrió nunca.
CS:
Y con los oficiales, ¿qué tal? ¿Se enfrentó alguna vez a alguno?
MOM:
No, con los oficiales no me enfrenté nunca, me querían mucho, estaban
muy aburridos y yo era muy inteligente, leía mucho en aquella época.
No como usted, que lee tal poco, sino que yo leía, leía de verdad.
CS:
Leía, y ¿entonces?
MOM:
Ellos me hablaban de cualquier tema y yo les contestaba, les hablaba,
les entretenía. Cuando llegaban por la mañana, enseguida decían:
“Llamen a Menassa”. Y venía un soldado y me llamaba. La relación
con uno de ellos era muy linda. Yo creo que hasta llegó a pensar que yo
era un hijo de él. Cuando pusimos la compañía de teatro “Los compañeros
de juego”, yo estuve 40 días sin ir al servicio militar, y me llegó
una carta a mi casa, que tuve la suerte de recoger yo, que decía que me
habían declarado desertor, que si no me presentaba en 24 horas no sé
qué me pasaría. Y fui con el telegrama al capitán éste que se
llevaba bien conmigo. ¿Por qué se llevaba bien conmigo? Porque yo le
alegraba las mañanas, le leía poesía, le hablaba de los genios de
aquella época, le contaba historietas sobre Marx... Le tenía medio
impresionado, porque yo tengo un Marx particular, calcule que sigo
siendo marxista después de la caída del comunismo... Yo nunca fui
comunista y al Capitán le encantaba el marxismo. Entonces, voy con el
telegrama, se lo tiro encima de la mesa (bueno, esto no lo va a creer
nadie, menos que menos nuestro querido y respetado poeta Leopoldo de
Luis. Claro ¿cómo va a creer estas barbaridades? Son barbaridades).
Agarré al capitán que se llevaba tan bien conmigo, que me hacía un
montón de favores, que me dejaba estar en una oficina en lugar de estar
ahí corriendo en el campo, en una oficina escribiendo a máquina,
(porque Pequeña historia yo lo escribí ahí en el servicio
militar, en la oficina de este capitán que estoy hablando). Fui con el
telegrama al capitán, le tiré el telegrama encima de la mesa y le
dije: “Si esto lo ve mi madre se muere de un ataque al corazón, usted
no tiene respeto, a ustedes les va mal porque no respetan al pueblo, no
respetan. Mi madre, una pobre mujer enferma, que la única ilusión que
tiene es que su hijo es marinero y usted le va a mandar un telegrama
donde le dice que yo soy un desertor, esto no tiene arreglo, no sé si
lo vamos a poder arreglar”. Y me dijo: “Se puede tomar otros 15 días”
y me dio 15 días más de vacaciones, con lo cual terminamos la obra y
la pusimos. Claro, porque ahí le tocaba la fibra íntima.
Y
también hay una historia con un poema que perdí, y que un día lo voy
a encontrar. En Argentina, para que haya soldados viejos cuando entran
los nuevos, la mitad de la promoción se va en noviembre y la otra mitad
se va en Marzo o Abril, hay mucha diferencia entre la primera baja y la
segunda baja. Me enteré que parecía que yo iba en la segunda baja, en
Marzo, entonces le agarré al encargado y le dije: “Usted me conoce,
nos llevamos bien, yo no aguanto más, no aguanto más, así que usted
me da de baja en la primera baja o yo me hago desertor". Eran
relaciones muy fuertes, yo diría transferenciales, porque me contestó:
“Si escribes un poema a la Marina te doy de baja en la primera baja”
y yo le escribí el poema a la Marina. Ese es el poema que quiero
encontrar para ver qué cosas me animaba a decir de los bellos
marineros, a tal punto que ellos me dieron algo por eso, que no debería
ser en contra de ellos lo que yo escribía. El teniente me dijo:
“Menassa, dignidad o libertad” y yo dije “libertad” porque sin
libertad no puede haber dignidad. La burguesía siempre te hace elegir
entre la libertad y la dignidad y, claro, uno elige la dignidad ¿Por qué?
porque cree que le van a pagar más sueldo, etc, pero el ciudadano se
tiene que dar cuenta que sin libertad no hay dignidad.
CS:
¿Por qué están contrapuestas? ¿Qué es lo que, de la dignidad, no
permite la libertad?
MOM:
Que si algún día encuentra una persona con la cual goza mucho, no
puede tener mucha libertad. Tiene la libertad de amar eso que la
encadena por su belleza.
Yo
no digo que no puedan ir juntas, digo que cómo va a haber dignidad sin
libertad. Estoy diciendo que cuando uno tiene libertad, también tiene
dignidad. Lo que pasa es que el sistema no sé si lo piensa así. El
otro día hablé de la mujer. Una mujer que no tenga plena libertad, que
no se sienta plenamente libre, verdaderamente libre, no puede elegir
hacer el amor, aunque lo haga. Esto es lo mismo.
CS:
Es interesante ese asunto de la dignidad. ¿Y qué más en la mili? ¿Había
algún militar a quien no le gustara usted?
MOM:
No, pero ¿usted está loca?
CS:
Un chulo, en todos los ejércitos hay militares chulos o prepotentes ¿no
había alguno?
MOM:
Gente de baja categoría.
CS:
Si, gente de baja categoría, que parece que usted sólo se relaciona
con gente de alta categoría.
MOM:
Es que para pobre y estúpido alcanzo yo.
CS:
¿Algún problema con algún militar?
MOM:
No sé, quizá sea todo delirios míos, después la gente dice “mira cómo
delira Menassa” y tiene razón. Un día, antes de ir a hacerme la
revisión que le hacen a la gente para ir al servicio militar, subí y
bajé las escaleras de donde me esperaban 40 veces y, claro, llegué
agitado, muerto. El médico me preguntó “¿qué le pasa?” y contesté
“sufro del corazón”. Me hizo un montón de pruebas, me hacía hacer
gimnasia delante de él, (yo era un deportista de élite), me hacía
hacer gimnasia pero yo jadeaba todo el tiempo, como agotado. Él no me
creyó, era médico, pero me dio apto relativo, que quería decir que no
me podía embarcar, que tenía que estar en oficinas, pero claro,
tampoco me podía evadir del servicio, de la instrucción.
Lo
que pasó es que llegué y había un cabo, chiquitito para mi gusto, que
me ordenó correr y me cansé. No sé si tengo que contar esto porque yo
ahora soy una persona pacífica, yo cambié de situación vital. El
asunto es que el hombre me dio una patada cuando yo estaba en el suelo,
yo me levanté, le agarré del pescuezo y hasta que no se puso morado,
no le solté. Le dije que la próxima vez que fuera irrespetuoso conmigo
directamente le iba a matar, cosa que el pobre hombre se debió creer
porque cuando me veía se cambiaba de acera. Es que ese día le ahogué,
verdaderamente le ahogué.
¿Usted
se da cuenta las cosas que me hace contar? Porque a ver si alguno va y
las hace. Es decir, que no siempre salen bien estas cosas. Un día yo
iba caminando con un karateca por la calle, pero él parecía un artista
de cine gay, porque era rubio, era lindo, delicado, era imposible pensar
que tuviera alguna fuerza para dañar a nadie. Pasó que siempre le
confundían, que siempre tenía que demostrar su valía.
CS:
¿Nos quería contar algo del karateca o nos quería decir que usted es
otra cosa de la que parece?
MOM:
Usted, a veces, es vulgar.
CS:
Porque me parece que esa anécdota del karateca estaba interminada.
MOM:
Pero yo también tengo corazón, está interminada porque me acordé de
una serie de cosas...
CS:
Estaba estudiando medicina, segundo curso, cuando hacía la mili. ¿Por
qué empezó medicina?
MOM:
En mi barrio había chorros, quinieleros, prostitutas, desocupados,
ancianos, estaban las chicas del hombre rico del barrio que estudiaban
abogacía... Era una manera de sobresalir ¿Por qué? porque nadie
estudiaba medicina en mi barrio. Como para mí las cosas son todas más
o menos fáciles y más o menos difíciles al mismo tiempo, elegí
estudiar medicina. Y después, tengo que reconocerlo, porque después
estudié psicoanálisis o ya de alguna manera estaba estudiando psicoanálisis,
tengo que reconocer que a mi papá le encantaba que yo fuera médico. No
sé por qué le encantaba. Bueno, por el mismo motivo que, cuando yo
escribía, él me decía, “Hijo mío, en nuestra familia todo el mundo
era poeta, hasta yo”, decía mi padre, y me cantaba algo en árabe, y
claro como yo no entendía un carajo le decía ¡qué bien! porque me
gustaba la entonación. Me decía: “médico en nuestra familia no hubo
ninguno, así que te toca”. Y, dado que en mi barrio no había
ninguno, que en mi familia tampoco había ninguno y yo era amigo de
hacer favores... Como eso de “Si vas a Calatayud pregunta por la
Dolores”, no como la Dolores porque yo no tenía cuerpo para eso, yo
tenía espíritu, siempre algún favorcito a alguien le hacía. Llegué
a hacer el amor con algunas chicas, que yo me daba cuenta que los
maridos estaban preocupados por otras cosas, para que se quedaran en sus
casas cuidando a la familia.
CS:
¿Las chicas?
MOM:
Claro, las chicas, teniendo relación con un amigo del marido, ya era lo
mismo que tener relación con el marido y entonces le podían esperar.
Como un favor a la amistad.
¿Y
algún día me va a preguntar sobre mi obra? No, claro, la tiene que
leer.
CS:
Se está haciendo su obra, en esta época todavía no tiene “su
obra”. 1961 a 1963.
MOM:
No, la verdad, tiene razón usted.
CS:
Cuando estaba haciendo el servicio militar 1961, 1963, ahí tenía dos
libros publicados, el tercero viene en 1966. ¿Cómo era esa vida?
Servicio militar de marinero, a la vez estudiando medicina... ¿Cómo
era escribir versos?
MOM:
Facilísimo.
CS:
¿Cómo?
MOM:
Porque vivía con gente que vivía y que no le daba por escribir, que no
sabía que se podía escribir, así que era facilísimo porque yo era el
escritor. Había 30 ó 40 personas que vivían para que yo escribiera.
No le gustó la explicación. Porque ¿vio? en el alma uno no tiene
nada, si existiera el alma, está vacía, porque, de existir el alma,
tendría que ser toda ella para su creador. No se puede tener cosas en
el alma, las cosas se tienen en los libros, en los productos sociales.
CS:
Eso es para explicar que era facilísimo escribir poesía.
MOM:
En mi situación social, donde yo trabajaba siempre para un montón de
gente que además no escribía, esa gente trabajaba para mí, devolviéndome...
Usted parece que siempre entendió los lugares donde estaba. Yo en mi
vida nunca entendí porqué estaba donde estaba, nunca, entonces decidí
ya, no entender. Cuando pregunto en qué lugar estoy, siempre alguien
contesta y me pongo a hacer las cosas correspondientes a ese lugar,
porque, si no, es muy difícil vivir.
CS:
Sí, no hace falta entender, además es imposible entender lo que se está
viviendo, pero aun así, se puede hablar.
MOM:
Usted siempre lo toma para el lado de que yo no le quiero hablar, al
final lo va a conseguir.
Usted
sabe que en el barrio por las condiciones climáticas, la comida que se
come, la sobreprotección de las madres pobres, porque las madres ricas
no se ocupan de los hijos, en cambio las madres pobres hacen una
sobreprotección sobre los hijos, entonces todo eso... ¿Cuál era la
pregunta que me había hecho?
CS:
Que si estudió medicina por hacer un favor.
MOM:
Sí, que era una lástima desaprovechar a un chico como yo, (así decía
la gente) que era capaz de estudiar cualquier cosa. Por ejemplo, en
seguida me lo sacaron de la cabeza, pero yo quería ser mecánico de
aviación, fíjate el porvenir que hubiese tenido, ahora, con todo el
terrorismo. Y la gente de mi barrio, mi papá y mi mamá, no me dejaron,
“¿Cómo va a desperdiciar un talento así?” decían, “usted tiene
que ser un buen universitario”. Y yo me resistí bastante a eso de ser
un buen universitario. Bueno, empecé a trabajar, no de médico pero sí
de psicoanalista, que tiene en algún lugar sus cosas médicas, antes de
recibirme de médico. Al final hice tanto lío, a pesar de que empecé a
estudiar a los 17 años, pero hice tanto lío, dejé de estudiar cuando
fui a Italia, después volví y no sé qué, después me nombraron jefe
de no sé qué, al final me recibí cuando tenía 29 años.
CS:
29 años...
MOM:
Sí, 29 años. Y así como con la poesía no tengo dueño porque yo
escribo muy bien, (un hombre que escribe tan bien como yo no necesita
dueño para escribir), con la medicina se podía decir lo mismo en el
sentido de que, cuando yo me recibí de médico, ya me ganaba la vida y
además mucho dinero, siempre hice lo que tenía que hacer, médicamente
hablando. Luego, en otras ocasiones, hice otras cosas.
CS:
Le he preguntado cómo era lo de escribir versos, cómo se podía
compatibilizar con todo lo demás y me ha dicho que muy fácil, no me ha
dicho nada más.
MOM:
Pero, ¿usted me preguntaba por la compatibilidad? Bueno, es el problema
que sigo teniendo, la gente me sigue preguntando de dónde saco el
tiempo. Mala pregunta, usted me acaba de preguntar eso, mala pregunta en
el sentido de que si lo tengo que sacar de algún lado el tiempo quiere
decir que alguien lo tiene o que está en algún lugar.
CS:
No le he preguntado por la compatibilidad del tiempo, sino del sujeto.
MOM:
Pero ¿de qué sujeto me habla usted? El sujeto es múltiple, al sujeto
le gusta bañarse en diferentes opiniones, lo que pasa es que está
doblegado por las ideologías y las tonterías esas del amor. Es decir,
que si no somos todos renacentistas es porque no sé si le conviene al
estado, no sé si le conviene a la familia, pero el hombre tiene un espíritu
renacentista: hace esto, hace aquello, hace lo otro. Se cansa menos de
las cosas cuando las comparte con otras cosas ¿O no le pasa a usted?
CS:
Sí.
MOM:
Bueno, así como le pasa a usted le pasa a todo el mundo.
CS:
Claro, ahí está que el tiempo se produce.
MOM:
El tiempo usted lo produce haciendo sus cosas. Esto es muy interesante,
la gente siente que no pierde el tiempo cuando piensa, por ejemplo, en sí
misma, cuando piensa, “me voy a comprar esto y entonces voy a pedir
dinero y entonces...” porque ahí no se le pasa el tiempo.
CS:
¿Cómo que no se le pasa?
MOM:
La gente, pensando en esas tonterías, pierde mucho tiempo. Si yo no
pienso en eso, ya tengo para hacer 4 libros, 7 cuadros. Es que se gasta
mucho tiempo en eso. Por ejemplo, si el ama de casa tuviera un espacio,
otro ámbito más allá de la limpieza para poder pensar en ella, yo
estoy absolutamente seguro de que la limpieza la haría más rápido,
que pierde todo el día haciendo la limpieza porque es el único sitio
de reflexión que tiene y nadie la anda molestando cuando está haciendo
las cosas de la casa o la comida. Pero si pudiéramos forjar con algún
criterio espacios, no digo mandar a la universidad a todo el mundo, digo
espacios donde el ama de casa pueda reflexionar sobre sus cosas sin
necesidad de que nadie le llame la atención porque no está haciendo la
comida, o porque no está barriendo el suelo.
CS:
Es el ocio del que hablaba el otro día. El ocio para la mujer, que
parece que ella necesita ese tiempo de ocio, que no es el mismo que el
del trabajador.
MOM:
Últimamente al final tengo que hablar bien del capitalismo, cosa que a
mí no me gusta. La mujer tiene un atraso porque eso que usted dijo es
para el proletariado, la burguesía regula su ocio para que el
trabajador vuelva a trabajar. Resulta que el ama de casa no tiene ocio
regulado, se supone que ella tiene que estar ahí, no que va y vuelve,
ella tiene que estar siempre ahí.
CS:
Trabaja 24 horas.
MOM:
Eso es un atraso, es previo al capitalismo. Es el feudalismo pero sólo
para el siervo, porque después también estaban los señores feudales.
CS:
Estaban y están ¿O ahora no hay?
MOM:
Sí, también.
CS:
Con otro nombre.
MOM:
Sí, se puede decir de otra manera, que hay personas que no quieren ser
proletarios, que no quieren ser trabajadores, que prefieren ser siervos,
también se puede decir así.
CS:
Me acordé del libro que publicó en 1966, 22 poemas y la máquina
electrónica o cómo desesperar a los ejecutivos, que el que lleva
por título “Cómo desesperar a los ejecutivos” es una especie de fábula.
Salomón tiene una hormiga en la mano y le pregunta a la hormiga, ¿Quién
es el ser más grande de la creación? La hormiga le dice “A ver,
levanta un poco tu mano” y cuando estuvo por encima de la cabeza de
Salomón le dijo “Tú eres grande verdaderamente pero yo soy más
grande que tú porque estoy por encima de tu cabeza”. Entonces Salomón
la tiró al suelo y la condenó a vivir partida por la mitad. Moraleja:
un ejecutivo es siempre un ejecutivo. No sé qué relación tiene con
los señores feudales pero tiene relación con el poder. A ver si me
puede aclarar un poco.
MOM:
Lo que pasa es que usted no entiende que un buen ejecutivo, y yo creo
que usted quiere serlo, es alguien que se siente dueño de la empresa
para la cual trabaja, por lo tanto tiene ese poder. No participará de
las ganancias pero seguramente si siente que la empresa es suya, ganará
más dinero, es decir como modo de participación en las ganancias y
además irá por la vida como un tirano, en el sentido de que al
sentirse dueño de la situación...
CS:
Puede partir al otro por la mitad.
MOM:
O construirlo, porque también es tiranía hacerle el bien a la gente. Sí
¿qué bien le hago? El bien que yo creo que es el bien, pero ¿ese es
el bien para esa persona? Ese es el bien para mí, entonces yo, lo que
quiero que hagan para mí, voy y lo invento y se lo hago hacer a toda la
humanidad, error porque es algo que me pasaba a mí, no a toda la
humanidad.
CS:
El error de los políticos, que aunque les hayan elegido democráticamente
se olvidan un poco del pueblo.
MOM:
Olvidan la democracia ahí donde les basta su mayoría absoluta para
hacer cosas. Si hubiésemos encontrado una forma equilibrada de
gobernar, ya lo hubiéramos hecho. No es tan malo el hombre, es que no
se sabe qué hacer. Se creía que era de una manera y se vio que esa
manera era incorrecta. Es como está pasando con Estados Unidos, que el
terrorismo que ven “vamos todos juntos que ganamos”, Europa no lo
piensa exactamente así, no le conviene. Esos países que quiere seguir
atacando Estados Unidos, se podría decir que son del área de
influencia de Europa, con quien Europa puede hacer sus negocios el día
de mañana o ya los está haciendo. Ataquemos el terrorismo, pero ya no
se pueden violar todos los derechos humanos, volver al año 1500 antes
de Cristo, no se puede. Lo van a intentar, pero no van a poder (claro
que esto es una opinión, quizá puedan). No pueden tragarse todo lo que
enseñó la Universidad durante 100 años. Que el amor es libre ¿qué
significa? Me puedo enamorar de mi enemigo y no me pueden condenar
porque esté enamorado de una persona que ustedes no quieren, estar
enamorado del enemigo no es condenable, está la literatura llena de
esos casos.
CS:
Pero también hay en la historia bastantes ejemplos de destrucción
total y brutal de lo conseguido, pasos atrás que luego se tarda cientos
de años en reconstruir o en recuperar ese tiempo.
MOM:
Yo, en la guerra contra Irak que hizo el mundo occidental, sentí
claramente que lo que se atrasaba un siglo, (cuando lo que parece que se
atrasaba era otra cosa) era la revolución femenina, la liberación
femenina se atrasaba un siglo con lo de Irak. Ahora está pasando porque
cuando aumentan las restricciones para el ciudadano, por lo poco que yo
conozco de la historia, se restringen más para la mujer. Por ejemplo,
cuando en las dictaduras hay toque de queda o en las situaciones de catástrofe
hay toque de queda, a pesar del toque de queda los hombres pueden salir
a la calle, en cambio se ve menos que las mujeres salgan a la calle.
CS:
Hay un ejemplo que le puede parecer banal, en el concurso Operación Triunfo,
había una chica que era favorita, Chenoa, y muy hábilmente la prensa
sacó una noticia de que se había enrollado con uno del concurso, que
había dejado/traicionado a su novio la semana antes de la votación
final, y no salió elegida. Una maniobra de desprestigio, en mi opinión.
MOM:
Sí, es una maniobra de desprestigio en un pueblo que desprestigia a la
gente que hace el amor, porque si fuera un pueblo que amara a la gente
que hace el amor, no sería una campaña de desprestigio sino todo lo
contrario, serviría para que la hubiesen votado. Porque los poderosos
son los poderosos, lo importante es que el pueblo, a veces, está de
acuerdo con el daño que infligen sobre el pueblo los poderosos, que no
sabemos por qué motivo pero es así, es así. Porque, que tantas
personas inteligentes hayan dicho que el pueblo tiene el gobierno que se
merece, eso es una cosa que hay que pensar, hay gobiernos que no hacen
otra cosa que matar y envenenar al ciudadano, y si eso fuera así, los
pueblos tendrían que pensarlo de otra manera. No me quiero meter con el
gobierno actual español, pero ustedes saben que tenemos el gobierno
actual porque el pueblo hizo un voto de censura a los socialistas.
Bueno, yo creo que más de uno se está arrepintiendo. Tendrían que
saber que esas cosas no se hacen. En Argentina gana las elecciones De la
Rúa, que también se hizo con un voto de castigo al peronismo, o el
mismo peronismo hizo un voto de castigo a Duhalde cuando era candidato a
presidente, si no, tenía que haber ganado Duhalde. En cambio, ganaron
los radicales porque querían castigar al peronismo pero resulta que los
radicales siempre hicieron lo mismo, rápidamente llevan el país a la
ruina, pero rápidamente, en menos que canta un gallo. Ya lo hicieron
como ocho veces, sin embargo el pueblo, para castigar a los gobernantes
que les habían hecho vivir mejor, votó a los radicales. Ahora vaya a
saber cómo van a parar esa situación, y todo empezó con un voto de
castigo.
Yo
no sé cómo contarán la historia pero los intelectuales alemanes
fueron los que votaron a Hitler. ¿Vio que no se puede confiar en los
intelectuales? Y en el pueblo, menos, el pueblo quiere comer, no le
importa nada. ¿Le conté cuando le pidieron a Fidel Castro que le diera
casa a los pobres? A los tres días de asumir el poder en Cuba, la gente
empezó a pedirle casas. Y él se lo pensó, y decidió que no había
casas para nadie, hasta que no se construyeran las casas para todos los
cubanos y, la verdad, han conseguido bastante. Pero, claro, no escuchó
al pueblo, escuchó la consigna de un proyecto posible para que cada
habitante tuviera una pequeña casa. Hubo un fracaso en todas las
alianzas con Cuba, pero Cuba vivió una época de gloria. Llegó a ser
el lugar del mundo donde mejor cirugía ocular hay, donde hay un médico
cada 5 ó cada 10 habitantes, aunque luego no tengan ni gasas. Hubo un
momento de gloria, un poeta novel o casi novel con un libro le
publicaban 70.000 ejemplares, una época de gloria. Según estuvimos
viendo en la entrevista anterior, que a pesar de la protesta que algunos
compañeros de Fidel Castro le hacían, en el sentido de que no se podía
depender de la Unión Soviética, y que había que industrializar el país,
no se pudo hacer eso, y se dependió tanto de la Unión Soviética que
cuando la Unión Soviética quebró, quebró Cuba. No sabemos qué
hubiese pasado en Cuba con dinero. Porque, por ejemplo, ahora tiene que
pagar la comida que le mandan de Estados Unidos al contado, y parece que
ya llegaron tres barcos y los pagó al contado. Pero son cosas que ya no
entiendo, me gustaría entenderlas más.
Uno
tiene que votar lo que le gusta, ¿Cómo voy a votar un voto de castigo?
¿cómo yo voy a ir a acostarme con una mujer para castigar a mi mujer?
Pero por favor, ahí es donde se arma todo el lío.
PALOMA
DE LA PAZ
Oh,
noche embrujada
de camelias sangrientas,
nadie sabrá de ti,
nadie sabrá de ti sino esta melodía.
Pobre
paloma que ya no sabe volar.
Alas entumecidas por el tiempo
y tus ojos cegados por la falta de amor.
Paloma,
pequeña paloma de la paz,
tu funeral será espléndido,
te cubriremos todo el rostro de flores
para que nadie vea en tu rostro
el rostro de la guerra.
QUERIDA:
Hoy
quiero rendir un homenaje a tu boca, a tus labios de bestia desesperada,
a tu manera de besar como si siempre fuese la primera vez y, al mismo
tiempo, la última.
De
tu boca abierta depende toda mi potencia, por eso te canto con tu boca
en mi boca, como si los sonidos fuesen todos del alma.
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La
vi venir ladeada, echándose ostensiblemente sobre su lado derecho.
Arrastraba los pies como si le pesaran o como queriendo mostrar un
cansancio extremo.
Algo
en ella no podía más y me lo decía de esta manera. De cualquier
forma, dudé entre llamar a un médico de guardia o decirle que se
tumbara en el diván.
Ella,
sin quitarse el abrigo ni la cartera, se tumbó y me dijo:
-
La solución de lo que a mí me pasa está en sus manos. Tengo las vértebras
podridas por falta de calor.
Después,
se quedó callada y yo también. Al despedirnos me dijo que se sentía
bien.
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pie en el centro de la habitación, mientras una mujer le chupaba la
pija, otra mujer le chupaba el culo y otra mujer le chupaba la boca, él
con los brazos extendidos, exclamaba:
-
Soy un viejo inerme, alguien que va a morir rápidamente.
Y
como ellas reían con risas cristalinas porque no se daban cuenta de su
vejez, él con voz más pausada les decía:
-
Muchos genios se agotaron en eso de buscar interlocutor y lo único que
encontraron fue la muerte, o bien su versión atenuada, la locura.
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Si
yo le dijera que Aznar es hermoso, bello, usted se reiría de mí.
Cuando le digo que España va bien, ¿por qué usted no se ríe?
Esta
vez les tocará volverse locos a los ciegos. Y, por ahora, se ve muy
claro, no habrá desaparición. Y el reconocimiento de llegar será
masivo, así que deberé cuidarme, también, del reconocimiento.
Tengo
que seguir construyendo una mujer libre, para poder amarla, hasta hacer
saltar los límites del amor que, de última, operan como resistencia.
Acepto
que la sexualidad actual está regida por los patrones masculinos de la
sexualidad, pero quiero agregar que, cuando la mujer pueda imponer lo
suyo, también reprimirá y ya no habrá quien folle nunca más.
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Inauguración: viernes 8 de
marzo a las 19 horas
Cierre:
domingo 17 de marzo a las 14 horas.
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Horario:
De Lunes a Sábado de 19 a 21 hs.
Domingo.- 12 a 14 hs
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