Revista semanal por
Internet Indio Gris FUSIONA - DIRIGE - ESCRIBE Y CORRESPONDE: MENASSA 2001 NO SABEMOS HABLAR PERO LO HACEMOS
EN VARIOS IDIOMAS INDIO
GRIS ES PRODUCTO INDIO GRIS Nº 76 AÑO II EDITORIAL Fui
lo que se dice un buen fenicio en todo. Rosa
perdida de perfumes rotos, No
estoy perdido de amores sino de tedio: Navegar
por navegar no es mi oficio, Cruz
González recita a Menassa Tu
cuerpo entre mis letras, Escribo
pequeñas frases sobre tu piel, Y con
valentía pongo mi cuerpo delante de tus ojos, Querida: Enarbolar los propios huesos, eso hicimos. Revoleábamos como si fueran banderas multicolores, nuestras vísceras. Teníamos una fibra de poder sobre el tiempo; el resto, todavía, no se había estudiado. Fuimos ese porvenir alterado por la grandeza, por la luz. Todo el tiempo traté de amarte sin fronteras, sin bienes, sin tenencias y nunca pudo ser. Pequeños logos de la muerte arrastrábamos sin cesar.
- Vengo apesadumbrado, doctor, el mundo se encuentra, como tantas otras veces, al borde de una crisis de valores. Lo que necesito hoy es que el sol me mire francamente a los ojos. Necesito hacerme amigo de algún perro, de algún policía, de dos o tres sirvientas y, así, iré dando una imagen de mí. Un hombre adinerado que escapa del ruido de las grandes ciudades, por eso vive en esa cueva. Las luces, las drogas, el rock, me volvieron loco, moderno, exótico y moralista. Llegué a sentirme rodeado de asesinos y de maricas. ¡VIVA EL ROCK!, chicos, que la gente se nos mete por el culo mientras nosotros bailamos y se garchan a nuestra madre y encadenan a nuestro padre. ¡ARRIBA, CHICOS! viva el rock, que todo va para adelante, el hospicio os espera, adelante que el hospicio se abre como una compuerta inmensa de odio y desilusión, para esperarte, chaval, chavala, ten cuidado con el oso polar que te comerá el corazón. Ten cuidado, que ésa que baila contigo puede ser tu madre feroz. Ten cuidado chavala, el hogar no es tan malo, a veces, es mejor el matrimonio que el hospicio. Algunas porquerías se permiten, todavía, más que en la cárcel. Viva el rock, doctor, viva la droga, que el veneno mientras bailamos nos entra por el culo. - Estar encadenado ya no le importa a nadie, le dije, ya todos sabemos que no es posible vivir sin alguna que otra cadenita, pero, entiendo, que está bien que alguien se pregunte cuáles son las cadenas que se harán carne en él. - Hoy no le entendí muy bien, pero se me ocurre pensar que lo que nos toca vivir en esta época es una carrera sin obstáculos, el que vive más llega más lejos, eso es todo. - A cada cual, le dije, le tocará el odio que ha practicado. - Ah, en ese sentido yo estoy salvado porque fui el peor, el que no obedeció nunca.
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