INDIO GRIS
Revista semanal por Internet
Nº 62. AÑO 2001 JUEVES 2 de Agosto

FUSIONA - DIRIGE - ESCRIBE Y CORRESPONDE: MENASSA 2001

NO SABEMOS HABLAR PERO LO HACEMOS EN VARIOS IDIOMAS
CASTELLANO, FRANCÉS, INGLÉS, ALEMÁN
ÁRABE, PORTUGUÉS, ITALIANO Y CATALÁN

INDIO GRIS ES PRODUCTO
DE UNA FUSIÓN
EL BRILLO DE LO GRIS
Y
EL INDIO DEL JARAMA
LA FUSIÓN CON MÁS FUTURO DEL SIGLO
XXI

Indio Gris


INDIO GRIS Nº 62

AÑO II

EDITORIAL

JUEVES, 2 DE AGOSTO DE 2001

Estuve a punto de abandonarlo todo. Fui atacado por los virus y desconfié hasta de mi madre muerta. Después me di cuenta que era una cosa más general, más grande que yo. Nadie quería ni tenía deseos de estropear la página de un poeta. Se quería reventar la página del ejército. No se consiguió mucho con  la página del ejército,  pero se estropearon 15 millones de páginas de civiles.

"Hoy vamos a reventar el Pentágono" y revientan el 50% de las páginas de pornografía, con lo que se genera una tensión ciudadana que nadie puede contener.

A veces llegué a pensar que era una manera de conseguir trabajo. Genero el virus y después vendo el antivirus. Pero yo me pregunto porqué no hacen la prueba con 10 ordenadores. Igual asegurarían trabajo y los usuarios serían molestados muy de vez en cuando.

Y si no es para buscar trabajo, entonces, cabe preguntarse ¿quién dirige esa maldad indiscriminada? ¿Esa maldad en plena libertad? ¿Esa maldad sin amigos, sin enemigos, sin aliados?

Y no es que entienda mucho de lo que hablo pero me gustaría si fuera posible no perturbar el crecimiento de la poesía.

... Y ella crece de la flor y de cualquier inmundicia, de la belleza pero, también, de la negritud.

             menassa recita

NUNCA TEMÍ QUE UNA PALABRA ME TOCARA

Nunca temí que una palabra me tocara,
pero a todas las cosas tuve miedo.
Escribía de golpe la palabra calle
y mil ciudades se abrían ante mí.

Calle decía y millones de mujeres y hombres
atravesaban mi corazón con sus pasos fervientes
y la arboleda crecía, impresionante, a mi alrededor,
y mil historias se tejían en cada esquina.

Mas caminar por la calle nunca pude.
No huelo los olores del jazmín a menos que lo escriba
y en el amor, es pura poesía lo que toco.

Lluvia y torrentes de aguas invaden mi memoria.
Memoria escribo y sin llegar a ningún lado,
fibras secretas de la historia, se abren para mí.

16 de agosto de 1988. Salobreña

Querido:

He pensado estos días, al sol, que por no haber sabido cómo era la vida aquí en España, cuando huíamos de nuestro país, hay algunos caminos que aquella ignorancia ha cerrado para siempre.

Quiero decir que, en la vida (a mi entender por ignorancia) que nos hemos construido, queda poco espacio o ninguno para la especulación. Es decir, poco espacio para las grandes narraciones, para las cantidades amplias de dinero.

Que tantas vidas y tantos futuros dependieran tan sólo de nuestro trabajo, eso era lo que no sabíamos cuando llegamos a España.

Intentando abrir un mercado duradero y fuerte, hemos abandonado casi todos los amores y gran parte de la poesía.

A mi entender de hoy, no es tanto lo que conseguimos, aunque a nosotros nos dé una cierta felicidad lo conseguido, no es mucho y para sostenerlo tendremos que trabajar toda la vida.

Este pequeño rodeo para decir que soy, que eres, un trabajador. Quiero decir alguien que no puede andar por la vida creyendo que es un rey. Un trabajador es alguien que debería cuidar sus músculos, que habrá de necesitar siempre, hasta el último momento de su vida.

Digo, creo que no es tan fácil como pensábamos cambiar la determinación de clase.

Hoy día ya lo podemos decir, es más fácil cambiar de sexo que de clase social.

En las sociedades avanzadas, lo inferior no está fabricado para que alguna vez sea superior, sino para que exista lo superior. Es decir que lo inferior es una invariante en el desarrollo actual de las sociedades. El hombre vive dominado por eso; el resto, todo el resto, es del orden del pensamiento, vale decir, modificable.

Tratándose del trabajo, a un hombre que puede con varios trabajos se le paga más y no se le acusa de múltiple personalidad o genio, nada de eso, sólo se le paga más. Eso, si la cuestión es una cuestión de trabajo.

Al borde de cumplir 49 años, hay cosas que no me gustan. Reconozco que el hambre y sus metáforas me llevaron por caminos, por cuerpos no deseados. Reconozco haberlo inhibido todo en mí para ser esto, que no me gusta del todo y un poco menos.

Cambiar habrá que cambiar, todo el mundo cambia, pero también, habrá que abandonar algo y abandonar algo no es precisamente abandonarse, sino por el contrario positivar una dirección.

No se abandonan destinos, se hace uno.

Estoy haciendo como que veraneo por primera vez en 14 años que vivo en España, y no he traído mi máquina de escribir; entonces me digo, esta temporada ocurrirá algo no concebido.

Cuando se me ocurre poder limpiar alguna parte del cuerpo grupal, me doy cuenta que si lo hago me quedo sin cuerpo.

He visto a hombres como nosotros, con mucho menos que nosotros, hacer grandes fortunas. ¿Estaremos condenados? -me pregunto. ¿Tenemos miedo de morir? ¿Nos preocupa, acaso, el qué dirán? A mí me parece saber lo que me pasa. Que si quiero ser grande, todo el mundo se opondrá; en cambio, si quiero ser mediocre, nadie dudará en darme eso.

Pero el problema es que en eso de que nadie interrumpa, tampoco hay deseo.

Te dan una vida pero que no se puede vivir.

A mí, por ejemplo, me nombraron jefe de un ejército que por existir sólo en mi deseo, no tengo o está alterado.

Es fuerte a esta edad decir que hemos podido a medias, pero la verdad: hemos podido a medias.

Cuando me pienso no veo más que una respetable marginación, donde todo se consigue a bajo precio, también nuestro trabajo, aunque sea especializado.

Cuando vivíamos en Buenos Aires era un ciudadano de primera categoría, mi ambición, mi única ambición no es otra que volver a serlo.

Es por eso que más o menos en la mitad de mi vida útil convoco el pensamiento para decir que detengo mi vida, un instante, para probar nuevas direcciones, nuevas vidas.

Entre escritos y dichos debo tener casi 2.000 páginas esperando su procesamiento, su tiempo, mi deseo.

Fuimos esa canción y también la otra.

Fuimos el amor y la muerte demasiadas veces, han quedado señales de esas luchas en apariencia incruentas.

Ocultar las señales dejadas en nosotros por la ignorancia, por nuestro orgullo, nos llevaría más de la mitad de la vida que nos queda. Así que lo mejor es dejar que se vean las señales y ocupar todo el tiempo con nuestra vida, nuestros proyectos, sin los cuales, lo digo por si pudiera olvidarse, no tendríamos ninguna vida.

Metafóricamente hablando. En el viaje tuvimos leyes propias, es decir habremos de haber violado otras leyes, otros decires sobre la vida. Si bajamos del tren, si dejamos de viajar, de algo se nos reclamará culpables. En apariencia no quedan sino dos caminos. O seguimos viajando o dejamos de viajar y conseguimos dinero para pagar la fianza.

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Me quedan sólo dos minutos de paz. Ella aparecerá de un momento a otro.

En verdad hoy no sé cómo tratarla.

La entrevista de hoy la pidió ella, porque volvió a marearse, como hacía tiempo no le pasaba.

Ya tumbada comenzó su monólogo:

- Anoche dormí sólo cuatro horas, tendría que evitar en lo sucesivo esos excesos. De cualquier manera, ya hay cosas que sé, y eso es emocionante.

Durante el curso de las vacaciones tuve reflexiones contradictorias acerca de mi psicoanálisis. Seguir o dejar. Venir y pagarle para hablar con usted, que me escucha porque le pago, no lo soporto.

Por otra parte, quise empezar antes porque tuve una vivencia que me asustó. Y como no tenía con quién hablar tuve que venir aquí.

Estaba sola en el salón, y había fumado. Pensé en usted al principio de la noche, en qué había sido su trabajo conmigo, en qué me había hecho el psicoanálisis, decidí escribirle una carta pero no pude.

Después comencé a escribirle una carta a mi marido. Este hombre no me quiere nada. Me senté en el sillón y sentí que el cuerpo no existía. Retomar la carta, sentí que iba a tocar fondo. Después me empezó a doler el vientre y fui al baño sintiendo que me iba a desmayar. Todos dormían, entonces me senté a hacer caca y no podía y sentía que me iba a desmayar, entonces...

Hizo un silencio como de haberse desmayado en la sesión y luego continuó:

- Sobre todo recuerdo una angustia terrible, sudaba mucho y estaba fría. El cuerpo, sentía que me iba a morir, todos los objetos parecían muy grandes, muy absurdos.

- Menos usted -le dije tímidamente.

Ella, sin escucharme demasiado, siguió:

- Me eché al suelo y la vida se iba y volvía y entonces fui corriendo a la habitación y le dije que me dijera algo y vomité al pie de la cama. Y el vómito parecía mierda y yo le dije que ésa era toda la mierda que tenía adentro y a ver por qué me trataba tan mal.

Me dormí pensando que lo tenía que ver a usted y al día siguiente estuve todo el día mareada. Y fue al día siguiente donde me llamó la mujer del paciente y sentí que así no podía atender a nadie. Además a fuerza de no hablar con nadie, cualquier cosa puede ser cualquier cosa...

Yo este verano estaba con el deseo de escribir, yo estaba abierta, pero dominada, era una mujer sufriente como las mujeres de la familia de mi madre. No entiendo el sufrimiento...

Y ahí, en ese silencio, yo me animé a decirle:

- Le alcanza con padecerlo.

Y, luego:

- Podemos continuar la próxima.

Ella, al levantarse, esta vez, me dio las gracias.

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Cuando dejo de mirar a otras mujeres -le dijo el Master a Evaristo al creerlo muy enamorado de Josefina- y sólo la miro a ella, ella deja de sonreír. Para que sonría eternamente -concluyó el Master- cada vez que la vea la engañaré.

A lo cual Evaristo contestaba casi siempre sin saber por qué:

- Para hacer relaciones sociales la mejor droga es la yerba.

Después, en la realidad, Evaristo podía casi siempre sin ninguna ayuda. En varias oportunidades, hizo el amor a los quince minutos de levantarse.

Una vez, cuentan, que se encontró en un baile con tres mujeres y bailó toda la noche y se emborrachó y bailó y bailó y las minas acababan en sus brazos antes de que pasara nada y movían esos culitos de manera terrorífica, y dicen que se fue con una de ellas, esa misma mañana, y que se la garchó hasta dejarla exhausta, tirada en la cama.

Evaristo, luego se vistió y se fue a buscar a las otras dos, que vivían juntas, y después de hacerse chupar la pija, casi una hora, les acabó en los ojos para darles luz.

Todo esto es para decir que Evaristo, no necesitaba ninguna droga para hacer relaciones sociales, con la pija que tenía, pero a él le gustaban la yerba y los alcoholes diversos.

Evaristo sabía que al natural, todas las minas se morían por él, pero él no se terminaba de gustar, así que un poco de yerba, un poco de alcohol, y cuando Evaristo, por fin decía:

-Antes le gustaba sólo a las mujeres, ahora también, me gusto yo, comenzaba la fiesta.

¿Usted qué opina?

Pornografía   o  Erotismo

Hasta el día de hoy han votado:

Pornografía: 700         Erotismo: 4700

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Coordinador: 
Miguel Oscar Menassa

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91 542 33 49  (MADRID)

 

ALGO DE POLÍTICA O RECOLECCIÓN DE BASURA

Hoy estuve en el ojo de luz de la montaña mágica y algo aprendí.

PRIMERA ENSEÑANZA:

El dinero que falta para dar un paso necesario para todos, en principio, lo pongo yo. Y si no lo tengo o no lo puedo conseguir rápidamente, no hubo enseñanza.

SEGUNDA ENSEÑANZA:

El dinero que falta para dar un paso necesario para todos, lo pongo yo y algunos otros. Y si no hay algunos otros, no hubo enseñanza.

TERCERA ENSEÑANZA:

El que no pueda o no quiera pagar, no quiere pagar. Nadie debe reclamárselo. El que no paga hará según su propia ideología, pero si no es capaz de rectificar irá a parar a donde llegue su ideología. Es decir, hasta su propia imagen en el espejo, que no es poco, pero nadie paga por eso.

CUARTA ENSEÑANZA:

El que paga no tiene asegurado el resultado, sino que tiene asegurado que habrá partida.

QUINTA ENSEÑANZA:

Ganar la partida no asegura aprobar el examen.

...OTRA SEMANA DE SOLEDAD


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