INDIO GRIS
Revista semanal por Internet
Nº 61. AÑO 2001 JUEVES 26 DE JULIO

FUSIONA - DIRIGE - ESCRIBE Y CORRESPONDE: MENASSA 2001

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DE UNA FUSIÓN
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EL INDIO DEL JARAMA
LA FUSIÓN CON MÁS FUTURO DEL SIGLO
XXI

Indio Gris


INDIO GRIS Nº 61

AÑO II

NOTA: Esperamos que nuestros lectores disculpen el retraso en la aparición del  Indio 61 que se debió a una invasión de virus informáticos y de Congresos. De todas maneras, no es poco lo que os ofrecemos:

PONENCIA INAUGURAL DEL:
XII CONGRESO INTERNACIONAL GRUPO CERO

"20 años de la fundación de la escuela de psicoanálisis y poesía"

Miguel Oscar Menassa

 

Inaugurar un congreso siempre es una tarea delicada, ya que no sólo se deben cumplir los requisitos teóricos e ideológicos sino también los políticos, es decir, que un Congreso siempre muestra o bien el fracaso de una economía o bien los caminos de una nueva economía.

Pero esta vez la cosa se ha complicado porque no sólo se trata de inaugurar un nuevo camino económico para el Grupo Cero sino también, poder festejar los caminos ya recorridos:

20 años de la Fundación de la Escuela de Psicoanálisis y Poesía en España, en 1981.

30 años del Primer Manifiesto del Grupo Cero en 1971.

40 años de mi primera publicación, Pequeña Historia en 1961.

Es decir, que estamos en condiciones de festejar una trayectoria Institucional, una trayectoria grupal y una trayectoria histórica.

Debo confesar que yo, tampoco, me lo creo del todo y si no lo hubiéramos escrito, ninguno de nosotros podría distinguir la realidad de sus propios sueños.

En 1971 éramos jóvenes, aun así, quisimos dejar por escrito y firmado:

1- Nuestro amor por la poesía.

2- El tiempo del Inconsciente es el futuro anterior, es decir, es el presente el que fija como material el pasado.

3- Diferenciábamos la teoría de la ideología y nos valíamos de ambas.

4- Declaramos conocer dos teorías: La Teoría del Valor y la Teoría del Inconsciente.

5- En cuanto a los aspectos ideológicos de nuestras conductas sociales se veía, claramente, que pretendíamos igualdad de recursos para todos los ciudadanos, es decir, en esa época pensábamos que el mundo era para todos los seres humanos.

En 1974, en la Editorial de la Revista Grupo Cero Nº 0, oponíamos con cierta alevosía el psicoanálisis a la poesía. La alevosía consistió en que la poesía ganaba siempre. A pesar de esa tendencia, se producen en ese escrito dos frases que no sólo permitieron dar aquellos primeros pasos sino que, aún hoy, en este mismo momento están permitiendo este congreso y sus consecuencias:

1- Si todo está destruido cuando se comienza, no caben dudas, la posibilidad es poética.

2- Entre la locura y la poesía existe un abismo. Para la locura el mito es su destino. Para la poesía el mito es su entretenimiento. La locura viene compulsada desde el pasado. La poesía está determinada desde el futuro.

Seis meses después, en la Editorial de la revista Grupo Cero Nº 1, definíamos una manera de ser, una política, una manera de vivir:

Si la cultura dice que no a nuestros actos vitales, si la contracultura nos acusa, estamos frente a un fenómeno especial:

En las paredes sí pero con buena letra.

En poesía como en psicoanálisis no poder soportar la incertidumbre es un buen motivo para cambiar de profesión.

Que no venga ninguno. Basta de planes, el advenimiento de un poema tendrá que sorprendernos a todos.

Y con tristeza, ya que lloramos por eso, nos damos cuenta que el mundo no es para todos los seres humanos. Casi la mitad de los hombres no tiene educación, casi la mitad de los hombres no tiene comida suficiente, casi la mitad de los hombres no tiene salud y muchos hombres mueren por la libertad que nunca conseguirán.

En 1975 se produce el Segundo Manifiesto del Grupo Cero. Se define a los miserables como aquellos que se comen siempre el pan que no les corresponde, los que nunca están dispuestos a hornear el pan que comemos.

Y se piensa en los traidores como los que se aburren por las cosas chicas y por las cosas grandes, los que se aburren en general son los traidores.

El Grupo Cero declara en su Segundo Manifiesto que sus integrantes han de envejecer y morir como todo el mundo pero eso no habla de la vitalidad del significante.

Impiedad para quienes festejan todas las ocurrencias.

Impiedad para los que repiten el gesto amado en lugar de amarlo.

Impiedad para el que siempre diga que no: es un extranjero.

Impiedad, pura impiedad, para quien confunda nuestra carne con los ensangrentados bofes, que resucitarán, se cree, con la fornicación.

Impiedad, perfecta impiedad, para quien huyendo de nosotros tropieza con nosotros.

El goce será el encuentro con lo que no soy ni me pertenece; el goce será: el goce de las diferencias.

Ya en Madrid y aún antes de la fundación de la Institución Escuela de Psicoanálisis y Poesía Grupo Cero, se publican:

Salto Mortal – Buenos Aires-Madrid, 1975-1977

Fijamos la Puesta en Escena que aún hoy rige nuestras representaciones:

Sólo quiero decir que sometido a sus leyes inexorables,

la palabra hace sus estragos.

Ella es impune, se combina con todo.

Ama desaforadamente las imperfecciones. Su ser es todo tiempo.

En este estado, todas las combinaciones de la palabra generan poesía.

Para ello es necesario que las formas espaciales -último lujo de la razón contra lo poético-humano- estallen en fragmentos.

La forma será sin más, las deformaciones que la violencia de las combinaciones, le imponga.

Decir, siempre decir.
El que no pueda más,
el que no pueda
bajar de los cielos
o ascender del abismo,
será el poeta.

 Canto a Nosotros Mismos, También Somos América.

Un poema llamado Tercer Manifiesto del Grupo Cero donde el poeta asegura: 

Nunca más raíces, nunca más para nosotros la ilusión de tener. Poeta desde siempre, no necesité de mi cuerpo para vivir. A los voraces reclamos de la justicia, les fui dando palabras.  Una guerra de las palabras contra la biología, contra la física moderna. Hablamos y escribimos, somos humanos.

¿Perversión? o ¿La Muerte de la Palabra? y Psicoanálisis del amor.

Este libro, que comenzó siendo una respuesta a un pedido, se transformó en apertura de un campo, que se inaugura con esta publicación en 1978. Poesía y Psicoanálisis, afectaciones mutuas donde la verdad se escapa de las manos. 

Una escritura donde se producen los antecedentes y la posibilidad de pensar teóricamente el nuevo campo, Psicoanálisis y Poesía.

Primer Manifiesto Internacional

Una propuesta de lectura diferente de los hechos humanos, la historia, las ciencias, las ideologías, el trabajo, el amor, la vida cotidiana.

“Somos un grupo, una manera de mirar diferente; cuando miramos quedamos incluidos en la mirada”

Y si a lo largo de sus veintitantas páginas alguien no ha comprendido de qué se trata, el Primer Manifiesto Internacional concluye:

“Quiero imaginarme
que cambiarle definitivamente
el destino al hombre,
no tendrá que ver
con ninguna dictadura.
Ni ciencias. Ni fusiles. Ni poesía. Ni amor.
Lo que necesitamos es,
lo digo simplemente,
una transformación.

El cuerpo, como vimos,
no existe.
La palabra, tampoco.
Se trata de una combinación:
Somos un grupo.

Grupo Cero, Ese Imposible y Psicoanálisis del Líder. (1979)

Si Perversión o la Muerte de la Palabra pone en evidencia las posibilidades teóricas del nuevo campo y el Manifiesto Internacional sentencia que no habrá transformación sin grupo, en Psicoanálisis del Líder se sientan las bases de una filosofía grupal (el modo en que piensan, viven, aman y escriben los ciudadanos), una poética Grupo Cero donde se diferencia, claramente, el poeta de la poesía y el amor, de los amantes. Y se define el grupo como una máquina productora de sujetos.

En este libro se anticipa la caída del Muro de Berlín, el fracaso del comunismo soviético, la entrada de mercancía norteamericana en China comunista. Se alerta contra las dictaduras que pueden ejercer las democracias que ya, el algunos países, están con nosotros y se aconseja a los poetas leer poesía y a los psicoanalistas, a psicoanalizarse.

En 1981 se funda la Escuela de Psicoanálisis y Poesía Grupo Cero, que hoy festejamos sus 20 años, y en el Acta de Fundación asegurábamos:

  ESCUELA DE PSICOANÁLISIS GRUPO CERO
ACTA DE FUNDACIÓN

Junio de 1981

 

Después de cinco años de práctica psicoanalítica en Madrid, desde nuestra entrada en agosto de 1976, tomamos la decisión, por primera vez en el contexto de lo que se llama Grupo Cero Internacional (Buenos Aires, Madrid, Cali, Israel), de fundar la PRIMERA ESCUELA DE PSICOANÁLISIS GRUPO CERO.

 

Decisión que nos costó dos largos años de conversaciones y se fundamentó en la necesidad de que la práctica de la gran mayoría de los psicoanalistas y psicoterapeutas en Madrid, rectifique los errores que comete o que enseña a cometer. Y no sólo por la carencia de los conceptos teóricos psicoanalíticos sino, también, por la falta de límites que precisamente fijan estos concepto.

 

Queremos decir que, sin los límites que la teoría psicoanalítica fija para su práctica técnica, la práctica no sólo deja de ser psicoanalítica, sino que se transforma en una práctica improductiva.

 

Queremos oponer a la lectura positivista de la obra de Sigmund Freud, que concluye sosteniendo y proponiendo la negación científica del psicoanálisis, una lectura epistemológica tal (materialista) que muestre en su desarrollo productivo  no sólo que el descubrimiento freudiano es de carácter científico (y que lo es por su manera de haber sido producido), sino que siéndolo, pone en cuestión la filosofía (positivista por otra parte) que rige la producción del conocimiento científico.

 

Y esto no sólo ha de ser una discusión teórica sino, también, una posición política, ya que sabemos, que es precisamente en nuestro medio, Madrid, donde el empirismo ha ganado el corazón de casi todos los gabinetes de psicología y, lo que es mucho peor aún, el corazón de casi todas las escuelas que pretenden la enseñanza del psicoanálisis. Territorio, Madrid, decimos, donde la famosa conciencia ha ganado no sólo la calle, sino también el pensamiento de aquellos que por su función social (ser psicoanalistas) deberían ser verdaderos soldados del inconsciente.

 

Esto que decimos se puede ver en el psicoanálisis de la casi totalidad de los grupos "psicoanalíticos" de Madrid, donde la lógica de la razón lleva a la negación del único descubrimiento posible de nuestro siglo, el inconsciente.

 

Queremos oponer a una práctica descuidada del psicoanálisis, que se practica en casi todos los gabinetes de psicología, o bien a una práctica amanerada e improductiva que practican los viejos psicoanalistas, una práctica donde la verdad del método psicoanalítico en su máxima exigencia de transformar, para ser método psicoanalítico, transforme no sólo la vida del psicoanalizando, sino también y simultáneamente, la vida del psicoanalista.

 

Volver a Freud, no para encontrar en algún lugar oscuro de su obra algo que se les haya escapado a otros que volvieron, sino volver al Freud de La interpretación de los sueños, para producir en la lectura de ese primer texto de psicoanálisis, el descubrimiento y la manera de producirlo.

 

No volver a la histeria sino a su fundamento, es decir, la teoría del inconsciente. Volver a Freud, no a cometer el error que él ya cometió, cuando decía que la palabra por ser dicha curaba, sino volver a la teoría psicoanalítica, donde Freud ahora nos dirá, que sin la formación de ese campo singular que se genera en las relaciones psicoanalíticas (y que todos llamamos transferencia) la palabra no tiene acción.

 

Volver a Freud para producir en sus textos lo que él ya produjo, una teoría que pone en cuestión (y eso no es poco) todo el pensamiento anterior a ella.

 

Con ocasión del Primer Manifiesto del Grupo Cero, en el año 1971, en Buenos Aires (se cumplen 10 años), hablábamos de la importancia de dos textos clavados en nuestra mirada: La interpretación de los sueños, de Freud; El Capital, de Marx; que no quería decir que éramos exactamente marxistas o psicoanalistas por haberlo pronunciado, sino que nuestra mirada, iluminada a la luz de esos dos descubrimientos: la teoría del Inconsciente, la teoría del Valor, leería las teorías presentes en el campo y también las teorías consagradas en ese momento como instrumentos de lectura.

 

Y pasó, como era de esperar, de todo. Lo que no pudimos, y ahí nuestra insistencia, fue transformar la teoría del valor en dogma (como ocurre en casi todos los países llamados socialistas y en todos los partidos de izquierda); lo que no pudimos fue transformar la teoría del inconsciente en doctrina (como ocurre en todas las instituciones psicoanalíticas y también, en ciertos grupos marginales, que más que descentramiento, lo que muestran es ignorancia).

 

Sabemos que muchos, a los que estaba dirigido aquel escrito, viven, trabajan y enseñan en Madrid, lo que quiere decir que nuestra insistencia no sólo tiene el carácter de una repetición, sino más bien el carácter incisivo de una interpretación pertinente para que todo se transforme.

 

Madrid debe leer a Freud, y esta decisión es la que nos lleva a inaugurar nuestra escuela con un grupo de estudios de la obra de Freud de tres años de duración, a pesar de que los integrantes (miembros fundadores de la escuela) hubieron en su mayoría de realizar este camino, ya que entre ellos el ejercicio de la práctica psicoanalítica oscila entre cinco y veinte años. Madrid debe leer a Freud.

 

Nosotros vivimos y trabajamos de psicoanalistas en Madrid, por lo tanto leeremos a Freud, y éste es el camino que indicamos, por ahora, para penetrar en el campo, cuyos límites y alcances impone la teoría psicoanalítica.

 

Por otra parte, no ignoramos que la obra de Lacan es también una obra psicoanalítica y que por lo tanto tendremos que leer, pero ya estamos hablando de un segundo ciclo, que no podrá comenzar en nuestra escuela hasta la finalización del primero y que tendrá que tener como característica, la lectura productiva de la obra de Lacan a la luz del descubrimiento freudiano.

 

Y si hemos aprendido bien lo que decimos haber aprendido, nadie se puede quedar sin psicoanálisis, es decir, ni los aspirantes, ni los didactas, ni los integrantes, ni los coordinadores, ni los pacientes, ni los psicoanalistas, y ni siquiera el personal administrativo, si en la escuela los hubiera, tiene excusas válidas para no psicoanalizarse. Y esto es por fin una ley.

 

Un integrante de la Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero, cuando tiene que decidirse por un psicoanálisis terminable o interminable, sin dudar, porque en ello le va la posibilidad de ejercer como psicoanalista, debe elegir psicoanálisis interminable.

20 años después estamos capacitados para mostrar cómo fue nuestra formación como Psicoanalistas y Poetas hasta el día de hoy y estamos en condiciones, los próximos 20 años, de ofrecerle a la Comunidad lo que fuimos capaces de construir para nosotros.

Un psicoanálisis al alcance de cualquier salario durante un año y los seminarios centrales de la Escuela, la obra de Sigmund Freud y la obra de Jacques Lacan serán impartidos gratuitamente, una vez por semana durante tres años, por los psicoanalistas de la Escuela.

Y para inaugurar el XII Congreso Grupo Cero, os diré, en especial a los psicoanalistas del Grupo Cero, que hasta aquí fui una Madre ejemplar y nunca me equivoqué demasiado. Desde el inicio del juego, el momento de la fundación, yo sabía que una Madre sólo está ahí, de piedra, para siempre, porque su tarea es producir lo nuevo, cuidar lo nuevo, dejarlo partir.

Madre y Poeta, entonces, más que un estar juntos, son el tiempo donde la Muerte se rinde.

Madre no existió nunca,  por eso no puede morir.

Poeta es sus versos,  y los versos no mueren.

Muchas Gracias.

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