INDIO GRIS Nº 538
AÑO XV
 

Estoy descubriendo mi propia pintura a medida que el mundo en general me descubre como poeta.

Cuando finalice de saber qué fue pintado, por mí, leer como se debe leer un libro, cada uno de los libros, bien leído. Leer, leer, leer hasta llegar a un límite donde pueda interpretar mi escritura.

De mi vida ya lo sé casi todo, de la escritura no conseguí saber nunca nada.

En el territorio de la poesía, y cuando reina la poesía, Ella es la que guía nuestra mano y no somos nosotros, queriendo imponer que hay una sola manera de vivir, que hay una sola manera de divertirse y gozar.

Y, la verdad, os quiero decir, señores, que la poesía lo hace mejor que vosotros. Y nosotros mismos estamos más cerca de ustedes que de la poesía.

Me imagino que es por eso que la poesía reina de tanto en tanto. Y su reinado siempre es efímero.

Si no fuera así, no habría poesía.

Porque la poesía reina de tanto en tanto para que nadie pueda creer que es una cosa fácil. Y su reinado es efímero para que nadie la conozca totalmente, quiero decir, el reinado de la Poesía es efímero. La poesía no tiene dueño y siendo su reinado efímero construye una independencia tal que jamás nadie podrá apoderarse de Ella, nadie podrá nunca apropiarse de la Poesía, porque Ella es un bien para toda la humanidad. Debería ser considerado un delito apropiarse de un bien que, en realidad, pertenece a toda la humanidad.

Ahora estoy más tranquilo. Siempre me hace bien defender a la Poesía, porque si la poesía consigue construir su independencia, nosotros también quedaríamos en libertad.

Hasta la próxima.

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