INDIO GRIS

REVISTA UNIPERSONAL DE RECOLECCIÓN DE BASURA
Nº 49. AÑO 2001 JUEVES 3 DE MAYO
FUSIONA - DIRIGE - ESCRIBE Y CORRESPONDE: MENASSA 2001

NO SABEMOS HABLAR PERO LO HACEMOS EN VARIOS IDIOMAS
CASTELLANO, FRANCÉS, INGLÉS, ALEMÁN
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DE UNA FUSIÓN
EL BRILLO DE LO GRIS
Y
EL INDIO DEL JARAMA
LA FUSIÓN CON MÁS FUTURO DEL SIGLO
XXI

Indio Gris


INDIO GRIS Nº 49

1

1 de abril de 1978, Madrid

PSICOANÁLISIS DEL LÍDER EN EL EXILIO

LOS POETAS TAMBIÉN MUEREN DE DOLOR

El dolor de espaldas es fuerte,
casi insoportable cuando inspiro más allá de lo superficial y cuando toso,
en todos los casos. Sin hacer movimientos bruscos, me duele un poco menos.
Por momentos parece un dolor muscular.
Músculos accesorios de la respiración.
En verdad lo que me pasa es que me siento solo.
Me pasará tal vez que me duelen las espaldas porque no entiendo la vida.
Está claro que por hoy no vale la pena seguir escribiendo.
Unos ejercicios respiratorios no me calmaron el dolor pero aseguraron el diagnóstico:
dolor muscular en el lado de la cruz. El amor otra vez en cuestión.
Pienso en estos momentos en jóvenes poetas muertos.
Poetas como yo, casi de mi misma edad.
Pienso que un dolor de espaldas no es mucho comparado con la muerte.
Poetas, se dice, muertos por la patria. Una manera de decir.
Las torturas más salvajes y los secuestros hacia la muerte pueden, porqué no, me digo,
significar un dolor de espaldas insoportable.
Ellos creían en las mismas ideas que yo.
Ellos murieron por las mismas ideas por las cuales a mí me duelen las espaldas.
Informaciones últimas acerca de la tortura en general, hablan de que a uno le ponen
una media de mujer en la cabeza y después le hunden la cabeza en un recipiente lleno
de agua. Al levantar la cabeza del agua, el hombre o mujer sometido al experimento, 
y querer respirar para vivir, la famosa media mojada lo ahoga.
En el mismo acto vital de la respiración (acto casi divino diría yo) los torturadores
han conseguido inventar la muerte.
Tal vez el dolor en los músculos respiratorios es una especie de adhesión silenciosa,
de silencioso respeto, por todos los muertos en esa infame tortura.
Cuando respiro es cuando más me duele.
Cuando recuerdo sus rostros sonrientes es cuando más me duele.
¿Y qué es, me pregunto, lo que se detuvo en mí,
cuando en ellos, se detuvo la respiración?
¿Qué es lo que muere en mí cuando me someto a los asesinos?
Y cómo siendo escritor, pregunto, no someterme y tampoco morir.
Estoy indefenso.
Mis letras no sirven para matar.
Sólo transforman mi vida, sólo, hacen el amor.
Seguramente me matarán como a los otros.
¿Quién defenderá al poeta?
si nadie defendió nunca a la poesía.
Ayer escribí un poema que me gustaría dedicárselo a todos los poetas muertos
durante las dictaduras.
Y bien, me considero un poeta, me prefiero vivo.
Pero guardar en el cajón de la mesa tan hermoso poema, donde digo además la verdad.
Y entonces me pregunto
¿Qué vive en el hombre cuando en él, no vive su poesía?

El dolor de espaldas es en verdad insoportable.
No será acaso el dolor de los cobardes,
el antiguo dolor de los pecadores solitarios.

Quiero que se enteren,
que no estoy para nada de acuerdo con sus oscuros y salvajes métodos,
y aunque en este momento,
loco por tanta muerte a mi alrededor,
preferiría tirarles con la bomba atómica,
sustituyo a causa de mis posibilidades,
por un poema dedicado a los poetas asesinados en las dictaduras.
La escritura del poema, señores tiranos,
debe ser considerada falta leve,
ya que el verdadero deseo,
era un rayo atómico que terminara
con todos ustedes, los asesinos de poetas.

A ver:
queremos saber cuánto oro les pagaron por los muchachos,
que para nosotros valían su peso en vida.

Escucho tangos y por este dato terminarán sabiendo quién soy.
Además haré que desaparezca de mi poema la palabra libertad
y esta vez no fumaré mis cigarrillos tranquilamente.
Será mejor que el poema, aparezca nítido, todo en blanco,
y en medio de su blancura; una frase inmortal:
BASTA DE ASESINATOS.

Amaba, lo recuerdo,
tu perfilada manera de morir.
Caías entre mis brazos, siempre tranquilamente.
Nunca supe si tu cuerpo había sido atravesado por el amor,
o por las balas asesinas.

Un cuerpo caliente,
eso es lo que yo quiero tener entre mis brazos
un fuego inmortal en mi cuerpo,
para que en este nuevo adiós,
el congelamiento, no llegue hasta el final.

¿Quién puede saber, quién está a punto de morir?
¿O acaso el verdugo, siempre está a punto de nacer?

2

1 de abril de 1978, Madrid

Lo más interesante del día de hoy es,
que las espaldas me duelen menos cuando escribo mis poemas a máquina.
Qué raro, ¿no?
Una especie de silla eléctrica crónica.
Si me quedo aquí sentado escribiendo,
no podrán matarme y sin embargo, tengo ganas de volar,
salir del único lugar seguro -el silencio-
Correr el riesgo de los que corrieron el riesgo.
Saber,
que una bala es más en ser bala,
que un hombre a punto de morir,
en ser hombre.

Bailar un tango siempre me hace bien.
Una especie de exceso del pasado, resucita.
De qué mierda escribir,
cuando todo el mundo está de duelo.
Cuando todo el mundo denuncia un cuerpo pudriéndose en su propio ser.

Y sigo sin saber,
¿qué perdió usted, en esta guerra?
Y sin embargo, su voz es necesaria,
a ver, cantemos juntos.
Los asesinos,
sólo tienen armas contra nuestros cuerpos,
cantemos, con los versos, no saben lo que hacer.
Me he visto sumergido en estos tiempos,
otra vez más,
en el famoso lodo de la tristeza y el dolor.

Todos los mutilados dormíamos bajo el mismo sol.

De rabia y de dolor, el corazón estalla.
El corazón por fin me dice basta.
El poeta,
furioso ahora por el asesinato de poetas,
pide que la poesía, toda la poesía del universo entero,
apunte sus luces, hacia el lugar donde mueren los hombres por cantar,
donde mueren los hombres,
en el momento de ser humanos por cantar.
Apunte digo,
y que ninguna palabra quede fuera de foco,
todas contra las tiranías,
todas, en un instante contra la muerte.
Cantad poetas,
vuestra palabra puede llegar en el momento preciso,
desarmar a un asesino, armar a un hermano,
denunciar, denunciar a los cuatro vientos,
la inhumanidad, la silenciosa masacre.
Lo que nos pasa, le puede pasar a cualquier pueblo,
vivimos, en un sistema loco,
nuestros gobernantes, tienen el don de los perversos: matan por matar.
Un hombre menos es, para ellos, una cuenta menos.
Con las intenciones que llevan de simplificar el sistema,
terminarán matándonos a todos.
Estoy mal, vivir, casi imposible.
Los que murieron, murieron,
los que quedamos, quedamos mutilados,
y entonces me pregunto, ¿qué mundo es éste?
¿qué soledad? ¿qué vida?
Juntemos los pedazos,
volvamos al ataque.
La ley humana nos protege,
los asesinos están fuera de la ley.

Seamos invisibles,
una defensa permanente para nuestros hermanos.
Que ya no cante nuestro cuerpo.
Que ahora, cante infinita, nuestra voz.

3

MENASSA EN BUENOS AIRES

- Presentaciones de libros:

• Monólogo entre la vaca y el moribundo:
   viernes 4 de mayo-
Encore, Rodríguez Peña,  286, 4º P a las 21 hs.

-Feria del libro, (Predio La Rural)

6 de mayo Firma de ejemplares en el Stand Nº 203 de GRUPO CERO a las 18 hs.

Información:
Escuela de Psicoanálisis y  Poesía Grupo Cero
Maipú 459 1º piso
 (1006) Ciudad de Buenos Aires

Tel: 4 328 06 14/ 07 10

4

LA VACA SIEMPRE ESTUVO 
UN POCO LOCA

Monólogo entre la vaca 
y el moribundo
un libro de Miguel Oscar Menassa

"Tengo tensión, tengo apetitos, hambres de milenios y, ahora, querrán conformarme con algún pedazo de queso, excrecencias de alguna vaca pastora, o la misma vaca muerta a palos y descuartizada encima de la mesa, recordando viejos rituales, donde los hombres se comían unos a otros, y eso era el amor.
             Clavo sin piedad mi cuchillo contra el corazón de la vaca y la vaca muge, se desgarra de pasión frente al asesino. Yo, con precisión quirúrgica, separo grasa y nervios y le doy a mi amada un bocado de los ovarios calcinados de la vaca.
             -Somos libres, me dice ella, mientras se entretiene en el ruido de sus dientes tratando de doblegar las partes quemadas del universo.
Después, más ligera, haciendo de todo espejismo, una mentira, me dice con soltura:
              -En mí, vive una vaca magistral, que muge y asesina todo el tiempo. A veces, parece dolorida, pero nada le importa, sabe que ha nacido para ser asesinada a palos y, entonces, caga por todos lados y las flores enloquecidas se comen lo esencial de la mierda y crecen aceleradamente hacia el futuro."

5

UN AMOR APASIONADO
UN DESEO SIN LÍMITES
UNA TERNURA INCUESTIONABLE

Un libro de Miguel Oscar Menassa.
Para llevarse mejor con su pareja en las fiestas
y algún que otro día de trabajo

"Esta novela es un monumento al deseo, no a su satisfacción, y el deseo no cabe en moldes ni normas".

                        Leopoldo de Luis

"Menassa hace del erotismo una verdadera enciclopedia de las relaciones sexuales".

Juan-Jacobo Bajarlía


indio gris