INDIO GRIS Nº 475
AÑO XI 
 

Noche 29.- Confieso estar en contra de todo. Pero de todo no. El sol, ciertas caricias, ciertas mujeres tendidas en el sol. Ciertos soles acurrucados en tu bajo vientre.

Aclarando mejor la frase, sería: Confieso estar en contra de todo lo que me pasa, el mundo me gusta, la vida en general me resulta vibrante y, para demostrarlo, riego todos los días mis plantas, como si me interesara que crecieran.

Pan y libertad, para todo el mundo, eso es lo que amo, pero, también, amo, un poco de agua y las cadenas del amor y poesía para todo el mundo.

Entonces, pan y libertad y un poquito de vino y yerbas y soltura y cultura para todo el mundo, también, para los ricos, y la música, porque hasta los pueblos primitivos vivían al compás de alguna música.

Y un poco de sexo junto con el pan y un poco de dinero con la libertad, para que la tristeza nunca llegue al fondo.

Y libertad y muerte y un poco de razón, algunos documentos y pan y libertad y algún pedazo de carne, frescas verduras y pan, un poco de sexo y un gran amor que nos encadene un tiempo a un lugar y libertad y un poco de teatro, porque la verdad en sí misma no tiene ningún valor aunque proclame pan y libertad y las máscaras son necesarias para el amor y un poco más de pan y frutas y leche fresca para darle, también, de comer algo a los más pequeños y juegos y montañas y mares y, también, un poco de pan y amor para compartir con más personas que con Dios o mi madre y, también, un poco de libertad.

Noche 34.- A la mañana siguiente me dijo solemne: Europa está preocupada por lo que ya pasó. Como yo la miré sin entender, insistió a su manera: No te das cuenta, el Mercado Común tiene como matriz los Estados Unidos de América del Norte, así que mejor vayamos pensando qué parte de Europa (España, tal vez) hará de Latino-América. Después ya no me dijo más nada hasta el día siguiente.

Noche 35.- A la noche, mientras follábamos, ella entonó un canto Gregoriano y cuando nos corríamos yo le dije amén, y ella, entonces, me miró con sostenida sonrisa erótica y me dijo: Ahora por el culo.

Contesté, rápidamente, no saber si podría.

Ella sostuvo su mirada y yo no voy a contarles lo que pasó, pero después, casi muertos, uno al lado del otro, ella con un hilo de voz llegó a decir: Ahora sí, ahora eres mi amo.

Noche 299.- Debo comenzar a escribir sin parar por lo menos hasta la página mil, para que mis palabras vayan teniendo su propio peso.

Estoy educando a los últimos decadentes, tengo que ser simple, decir que no existirá otro renglón más allá de mis renglones.

Como si la vida fuese esa quietud imposible. Veremos quién se queda con la boca abierta: yo por la condena o ellos por mi habilidad para burlar a la justicia divina, ya que de eso se trata cuando está en juego el superyó.

Varios son los asesinatos que tengo que cristalizar antes que se pongan seriamente a hablar de mi escritura. Así que, cuanto antes, mejor.

Esta vez comienzo la tarea descuartizado, hecho mil pedazos de mierda, cristalina y olorosa a la vez. Esta vez, ni venganza ni amor, esta vez vengo por el oro, por el intermediario sin barreras y nada me detendrá.

Me habían herido, me habían disparado a mansalva, tenía trozos de balas o bien balas enteras por todo el cuerpo, algunos pedazos de plomo me llegaban a vísceras nobles y hasta mi propio cerebro fue alcanzado por el plomo del amor. No tengo que olvidarme que, más que escribir, lo que tengo que hacer es saber qué hacer con todo lo que ya tengo escrito, cientos de páginas que no encuentran su camino, porque yo, que tengo que poder darles la orden, no encuentro mi camino y parece mentira que tánto tenga que ver la vida del escritor con su escritura, en estos tiempos donde nadie tiene que ver con nada, mucho menos con lo que produce como arte, metáfora.

Mandé vigilar a los seres queridos. No sé cuánto tiempo más nos quedaremos en España, pero lo que veníamos a hacer ya está hecho, ahora lo único que resta es esperar. Arganda es eso, la espera silenciosa del que sabe realizado su trabajo. Un tiempo de espera, donde también se podrán tener algunas ideas. Siento una pequeña ilusión y no tiene nada que ver con ser. Quiero ser director de una revista de psicoanálisis y poesía, el resto todo está hecho ya, caníbales y pequeñas bestias fueron domadas.

Cuando emprenda definitivamente el camino de regreso, nadie podrá decir que yo no he pasado por este país. Hijos, libros, árboles, les dejaré de todo, en total, los doscientos años que les vengo prometiendo hace ocho. No poemas que rompan la armonía no establecida, sino poemas que establezcan, sin más, una nueva armonía, algo así como empezar de cero, algo así como nunca dejarse llevar por los sentimientos que indican el pasado histórico o bien personal, que no se sabe cuál de los dos es peor.

Noche 332.- Comienzo el verano diciendo que, si de la sexualidad se trata, existe una sexualidad barata y una sexualidad cara.

El otro día un hombre conversando me dijo: Mire, estuve quince días sin mirarme la pija para no follármela. Pero un día, sorpresivamente, también para mí, me la follo de una manera espectacular, incontenible.

El razonamiento sería así: Sí, ese acto, es económico o antieconómico. Mire, en última instancia, la sexualidad que me hace mal es la sexualidad vendida, es decir, la sexualidad comprometida, por uno u otro tipo de contrato.

Ahora, como medida preventiva, me pondré un poco de crema de penicilina en la punta de la pija y trato de escribir algunas cartas.

Porque un hombre siempre vuela más alto que sí mismo. “No harán conmigo lo que hicieron con otros”, cada día estoy más arrepentido de haber escrito esa frase. La canalla acecha.

A mi alrededor, hombres y mujeres, cuchicheando sus pequeñas vidas: Un pantalón, una camisa, las bragas bien puestas, una escena de celos, un pedazo de carne, la cocina, los platos, las vacaciones, los padres, los hijos.

Cuando el hombre deja de huir, ya nadie puede con él, me digo, y ataco todo lo que permanece, en mí, del pasado.

Noche 463.- Las conversaciones sobre el tema sexual, a mí se me hacen muy intelectuales.

-No me digas. Tú prefieres hacer ¿no?

-No digo eso, pero hablar del amor, como algo que pasa en la cabeza...

-No seas prosaica, el amor, después de Dante, es una cosa espiritual, siempre con más contenidos de fantasías y de palabras que de hechos materiales. El amor, querida, como dice Menassa, es el más profundo hecho humano de la inteligencia humana.

-Sí, coño, pero, después de Freud, el amor es basura, retazos infantiles maltratados, huecos insondables, carne picada abierta sin extensiones, así, como el inconsciente.

-¿Y al cine no vas nunca, te la pasas todo el día follando?

-Follando no, porque no hay quien aguante eso, pero esperando todo el día ese momento, sí.

P.D.: No estamos de acuerdo con la guerra.

Hasta la próxima.

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