Revista semanal por Internet INDIO GRIS

Nº 439 - jueves 8 de abril - Año 2010
FUSIONA - DIRIGE - ESCRIBE Y CORRESPONDE: MENASSA 2010

 

NO SABEMOS HABLAR PERO LO HACEMOS EN VARIOS IDIOMAS
CASTELLANO...
PORTUGUÉS... ITALIANO... FRANCÉS... INGLÉS... ALEMÁN...

INDIO GRIS ES PRODUCTO
DE UNA FUSIÓN

EL BRILLO DE LO GRIS
Y
EL INDIO DEL JARAMA

LA FUSIÓN CON MÁS FUTURO
DEL SIGLO XXI

Indio Gris


INDIO GRIS Nº 439
AÑO X

 

MIGUEL OSCAR MENASSA
Candidato al Premio Nobel de Literatura 2010

http://www.menassacandidatopremionobelliteratura2010.com/

 

FREUD Y LACAN -HABLADOS- 2 (2000)

 

POESÍA Y PSICOANÁLISIS

Santander,1990

 

(Viene de Indio Gris nº 438)

 Sujeto a mis propias experiencias con el lenguaje no me pertenezco, ni vivo, ni muerto, estoy a mil kilómetros de profundidad, hacia el centro de la tierra, porque me toca romper definitivamente el equilibrio.

 Cuando todo se olvide, aún, quedará vibrando en la memoria del tiempo esta perla: Busco después de haber encontrado lo mismo, para transformarlo.

 La fuerza que me atribuyo no es ninguna fuerza. Es una nueva dimensión del tiempo, del dinero, del sexo, de la muerte. Algo de todo eso no quiero para mí y si puedo «eso no», el resto es fácil. 

Soy la espesa compuerta que habla de la muerte. La potente muralla que separa la vida del poema. Minúscula presencia iluminada del lenguaje, un punto blanco, luz desesperada de vacío. El rictus de los enamorados al gozar.

 

Y ya lanzado en el final de este encuentro, os digo: Hoy día donde tantas revoluciones fracasan es cuando declaro para todos nosotros que el desorden es contrarrevolucionario.

Virtud de todo sistema social actual es ocultar, sistemáticamente, todo aquello que pueda mostrar alguna posibilidad de transformación del sistema. Y dichos sistemas imponen a todo creador, para no dejarle ver lo que es capaz de transformar, el desorden. En apariencia, comodidad creativa pero en verdad, espesa cortina de humo sucio sobre todo lo que nace para crecer diferente. 

Y nosotros debemos confesarlo: fuimos drogadictos del desorden. Por un poco de desorden éramos capaces de dar la vida misma, hasta llegaron a pagarme algún dinero con la intención de que eso produjera algún desorden en vuestra alma, en vuestra manera de pensar, en vuestro bolsillo. 

Y hoy que habéis conseguido todo el desorden, ahora os digo: así no se puede vivir. No hay pasos importantes en la vida para quienes no son capaces (por el desorden) de saber quién es la palabra. Dónde están esas palabras. Dónde aquellos escritos. Dónde esa experiencia. Dónde esos libros publicados. Dónde la vida de cada uno. Dónde los maestros. Quién el deseo. 

¿O acaso basta escribir un solo poema para que todos los levantadores de pesas se transformen en poetas? 

Y desorden no es sólo humo, también, es envidia negar la existencia de lo producido, porque no se lo encuentra o no se lo ve. Y es por eso que me animo en ese final a seguir diciendo estas palabras donde pienso dejar sentado, de manera contundente, un psicoanalista en vuestras mentes. Algo psíquico, en nosotros, que nos diferencia dentro de las comunidades psicoanalíticas, como Grupo Cero. 

No está permitido matar, no está permitido morir. No está permitido, no lo está, hacerse el poeta, hacerse el psicoanalista. 

Y no está permitido, en ningún caso, separar el símbolo del cuerpo. No está permitida ninguna sexualidad fuera de la palabra y esa será nuestra ideología. 

Explico, una vez que consigamos rechazar la estupidez, la desidia y una vez que hayamos conseguido superar el desaliento que todo sistema produce en sus creadores para inhibirlos y una vez que consigamos que nuestro cuerpo no pese nada, entonces, comenzará nuestra verdadera historia. Y seremos valientes para enfrentar lo que nos toque y sentiremos que lo que está pasando, en realidad, está pasando. 

No al desorden, quiere decir entonces que somos capaces de atribuirnos la capacidad futura de rasgar esos caminos que forjarán nuevas historias, nuevas civilizaciones. 

Hemos aprendido que la bestia de la poesía no puede ser saciada por ningún dinero  (aunque su confort sea el más alto) ni por ningún sexo (aunque su promesa sea la más bella) por eso decidimos que la bestia no habrá de morir. La poesía nos acompañará hasta el final y nada de versitos, porque la poesía es una manera fuerte de vivir en el mundo, una manera valiente de los terráqueos de mostrar a lo infinito, lo que habrá sucedido. 

Queda claro que si estará hasta el final, tendrá que estar en el principio y eso es el orden que vengo a proponerles: El orden poético, la jerarquía de una lectura poética que no pueda ser comprendida sino por aquellos a quienes esté dirigida. 

Una lectura que no sufra las deformaciones perversas que los poderosos producen en las lecturas que comprenden. 

Una lectura cuyo procesamiento produzca una escritura nueva que señale, de un modo definitivo, que en este siglo algo ha pasado: Poesía y Psicoanálisis. 

Antes de despedirme quiero recordarles, para que después vuelvan a olvidarlo, que formarse como psicoanalista y/o aceptar que un poeta viva en nosotros, son dos bellas tareas que muy bien hacen a la humanidad, pero debe saberse que son tareas para toda la vida y donde, toda la vida, cada vez, se pone, toda ella, en juego. 

Y eso es la vida de un creador: una vida para otros. 

Tomo el camino de mis versos y ya nadie me podrá decir que no he cumplido. 

Alguna mujer amará ese delirio y se hundirá levemente, por mí, en la muerte. 

Yo ya no cantaré y, sin embargo, aún habrá canto, aún habrá voces en mi voz. 

Y cerraré mis ojos y no podré detener el mundo de la luz y el fuego vivirá. Y es el nuevo continente el que murmura aunque lo diga yo. 

Hubo águilas en mi voz, hubo dolor en llamaradas.

Aquí, la muerte. Aquí, la soledad, hubo en mi vida.

Cubriéndolo todo, un amor gris, distantes amapolas.

Voraz adormidera, espejo del alma caído de las sombras. 

Ahora por fin puedo decirlo: no estoy desesperado y, esta vez, no habrán de detenerme habladurías ni algún culito tonto que se me cruce en el camino. Esta vez no habrá límites para mi libertad.

 Sin sonidos, sin ecos, corregiré toda la historia.

 

 Hasta la próxima.

Indio Gris
www.indiogris.com