Del libro AFORISMOS Y DECIRES [1958-2008]
1216_ Si dejo de perder energía y tiempo
en que me reconozcan, me haré rico y entonces puedo pagar para que se me
reconozca.
1217_ Todo me sobrepasa,
fundamentalmente, mis libros escritos, no escritos; el resto sólo me
pasa.
1218_ Las uvas están verdes y ya nadie
puede subir al árbol por mí. soy un viejo, una fotografía de lo humano.
1219_ Soy un ejemplo posible, vivo. No
padezco de nada y, cuando canto, es una carne ajena la que canta en mi
voz.
1220_ Mis fracasos no son los fracasos
del mundo. Ni los fracasos del mundo son mis fracasos.
1221_ Ella es loca siempre. Cuando me
ama, porque es insoportable. Cuando me odia, porque es insoportable.
1222_ Yo, también, soy el siglo que se
viene abajo, pero no se me nota.
1223_ Sólo le guiaban sus sentimientos
religiosos que, por otro lado, no coincidían con ninguna religión.
1224_ La carne es débil, es decir, tan
fuerte como el espíritu.
1225_ Cuidarme tiene que ver con poder
pensar los motivos de la vida y de la muerte.
POESÍA,
POESÍA, POESÍA, POESÍA |
CUMPLIR 60 AÑOS.
PRISIONERO
Al Grupo Cero
Prisionero soy de una larga condena
porque la palabra no otorga libertad.
Digo huella y huella se hace carne en
mí,
arrugas con el tiempo, dolores del amor.
Huella, te digo y existen los caminos,
huella de mí y, al menos, en soledad
algún sendero, algo, habré conocido
algún paso habré dado al comenzar.
Huella del alba anuncia que el sueño
terminó.
Que viene el universo, la mujer y el
hombre,
que el mundo todo viene para hacer
poesía
y la vida, ahí, viene la vida que se
terminará.
Digo árbol y el verde forja toda mi
realidad.
Verdea el corazón de las mujeres
ancianas,
pone en el centro del corazón de mi
amada,
la esmeralda perdida que brilla en el
silencio.
Y cae, hasta llegar a su verdad de
musgo,
verde que se detiene para que el mundo,
se piense florecido, húmedo,
inquietante,
verde de amor muriendo sobre la hierba.
Digo decir y a borbotones de cataratas,
de mundo, se hacen plenas las palabras.
La mujer que nada en mí veía, al hablar,
vio de pronto sólo una luz en mi mirada.
Mirada de fiera, selva acorralada de
luz.
Mujer, decir mujer, abrir ese destino:
ennoblecer el llanto, encumbrar el amor,
poner gacelas en el andar del caminante,
sonidos de agua y pájaros en su cantar.
Violín herido subiendo entre tus
piernas.
Digo violín, amada, digo violín herido
y un aullido espectral hace del alma,
callada y quieta melodía desesperada,
abre tus ojos al agudo vacío del amor.
Digo ferrocarril y viajo sin detenerme
nunca
haciendo siempre ruido desde el oriente
al sur.
Y máquinas y obreros y fiestas de
vendimias
y muertes que su destino nunca
encontrarán.
Tren del Oeste digo y crujen las
praderas,
una bala de plata atraviesa los ojos de
la noche
un caballo blanco muere de sed en el
desierto
y la mujer de los rizos dorados muere de
amor.
Caballos, ¡imaginad! caballos atados a
sí mismos,
atrapados por la velocidad de liberarse
y volar,
caer como las piedras de la montaña al
río,
llegar al fondo de las cosas sin dejar
de caer.
Digo cerdo, lombriz, serpiente y pájaro
y el sexo se deslumbra de sí mismo,
abre las piernas, abre las piernas y
habla,
dice del mar cosas como verde-azuladas.
Se arrastra, se arrastra antes de volar.
Y cuando se arrastra goza y cuando vuela
y cuando cae, nácar o plata es su
sonrisa
y se arrastra por el dolor y goza de la
vida.
Y vuela y se deshace de besos y de
luces,
sexo del amor, le digo, de la vida
viviendo.
Poema, libertad, guerra contra el
hambre,
dulzura del decir quiero vivir en el
deseo.
Y digo muerte y aunque no lo dijera,
poeta enmudecido, igual he de morir.
Por eso que la palabra nos condena
cuando hablamos, al goce y al deseo.
Sin libertad, prisionero de la palabra
con la alegría de haber sido hombre,
con el alma ya lanzada a los vientos,
sin dejar rastros, mi cuerpo morirá.
Hasta la próxima.
Indio Gris
www.indiogris.com
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Miércoles, 13 de mayo de 2009 a las 19 h,
Colegio Mayor Nuestra Señora de África.
c/Ramiro de Maeztu, 8.
Metro: Metropolitano. Autobuses: 132, F y Circular. |
Indio
Gris