INDIO GRIS
REVISTA
UNIPERSONAL DE RECOLECCIÓN DE BASURA
Nº 38. AÑO 2001 JUEVES 15 DE FEBRERO
FUSIONA - DIRIGE - ESCRIBE Y CORRESPONDE:
MENASSA 2001
NO
SABEMOS HABLAR PERO LO HACEMOS EN VARIOS IDIOMAS
CASTELLANO, FRANCÉS, INGLÉS, ALEMÁN
ÁRABE, PORTUGUÉS, ITALIANO Y CATALÁN
INDIO
GRIS, ES PRODUCTO
DE UNA FUSIÓN
EL BRILLO DE LO GRIS
Y
EL INDIO DEL JARAMA
LA FUSIÓN CON MÁS FUTURO DEL SIGLO
XXI
INDIO GRIS Nº 38
1
13 DE FEBRERO DE 1980, MADRID.
Querida:
Ayer ensobré, yo mismo, para vos, el número de febrero, que nos salió genial y los números 5 y 6 que no habías recibido.
Entre el número de enero, donde la poesía pidió su libertad y de esa manera
tuvimos varios inconvenientes y algunos de ellos tan graves que llegué a pensar
(y soy el único que está en condiciones de pensar eso) que tendríamos que
dejar de publicar la revista, y yo, como te podrás imaginar, casi me muero.
El imprentero dijo con firmeza: " O me pagan, al menos 1.200.000 pesetas (un
porcentaje de la deuda) o no hay más revista". ¿Te imaginas? nos volvimos
todos locos y, como sabemos, los locos no siempre resuelven bien la realidad.
Yo estaba mal, sin ideas hasta que me di cuenta que yo era un trabajador y,
entonces, decidí vender mi trabajo futuro y rocé en ese gesto el olor de la
esclavitud. Tuve contradicciones, cuando me dieron el talón, camino a la Editorial, lo perdí y, otra vez, casi me vuelvo loco.
Al otro día se arregló todo y es por eso que te puedo enviar el número de
febrero.
De cualquier manera, debo reconocerlo, no todo es furia, hay algunos
sonidos.
En la soledad de mi pieza mientras ella dormía o daba de mamar, en el mes de
enero, he escrito los mejores poemas de mi vida. En el número de marzo publico
uno de esos poemas.
La otra cosa que me está pasando es que me siento mucho más joven que meses anteriores, sin saber bien porqué.
Un hombre de 40 años es un hombre maduro pero, también, es un hombre joven. Hubo escritores que comenzaron a escribir al cumplir 40 años. En una palabra, me siento muy joven y la realidad me ayuda para eso.
Mi hijo Jorge Fabián es un niño muy pequeñito y, todavía, toma la teta y, eso, es maravilloso pero, eso, también me pasaba cuando yo era joven y si a uno le pasan las mismas cosas que cuando era joven, es joven.
Una amiga de Málaga trajo a mi casa unas yerbas con el mismo olor de Buenos Aires y, eso, a mí, me pasaba cuando era joven. Y el olor, magnífico olor, puebla mi vida de fantasmas y pasiones y ando todo el día con deseos infinitos de amar y eso me pasaba cuando era joven.
Mi realidad, como verás, en lugar de llevarme, como a todos los hombres hacia la vejez, me lleva hacia el rejuvenecimiento y, eso, es un logro. Si quiero vivir 200 años es bueno que a los cuarenta me sigan pasando las mismas cosas que a los 20 años. Y la realidad, todavía, hace más cosas para que yo me sienta joven. El libro SALTO MORTAL, totalmente traducido al francés, es mi primer libro en francés y mi primer libro, a mí, me pasó cuando tenía 20 años.
2
23 de marzo de 1981, Madrid.
Querida:
En realidad no sé cómo me fui transformando en un hombre solitario. Voy perdiendo poco a poco los deseos de escribir cartas y de hablar con las personas. De cavilación en cavilación, de error en error, no encuentro con quién desviar mi destino en una conversación.
Tengo sin embargo algunas esperanzas, por ejemplo, si sigo trabajando como desde hace dos meses, en dos o tres años solucionaría mis problemas económicos y los de mi gran familia. Si sigo trabajando, seguramente en 6 meses publicaría unos apuntes de psicoanálisis de unas clases que estoy dando los días jueves desde hace tres jueves. Si consigo que alguna mujer se enamore de mí este año, tal vez, consiga publicar un pequeño libro de poesías (no el que a mí me gustaría publicar, pero algo es algo).
La semana pasada fui a renovar mi pasaporte, espero poder hacer los siguientes trámites para nacionalizarme, trámites que he comenzado unas diez veces y nunca he podido terminar.
Mi
situación real empeora pero, debo decirlo, en la medida que empeora mi realidad,
gano prestigio.
Los europeos son muy raros. Quién sabe cuándo voy a terminar de entender cómo
son.
Una de las corrientes de opinión acerca de los argentinos en España es que hace tres años había 500.000 argentinos en España y que ahora quedan solamente 15.000. Si esta corriente de opinión tuviera que ver algo con la verdad quiere decir que de alguna manera yo estoy entre los pocos que pasaron los exámenes, pero todavía no sé cuál es el premio. Premio que tiene que serme otorgado, ya que no sólo me quedé sino que fundé tres o cuatro instituciones que, con el tiempo, imagino me serán reconocidas.
Es verdad también que nunca recibí ningún estímulo afectivo importante para seguir haciendo, pero algo seguí haciendo de cualquier manera.
Mi pensamiento es un pensamiento moderno, mi vida no, en esa contradicción reside el síntoma. Me doy cuenta que utilizo en mi vocabulario unas 500 palabras más que el común de la gente, pero a veces, y a pesar de tanta riqueza, no tengo dinero para comer y esto en ningún caso es una metáfora. Cuando leo mi poesía inédita, siento que nadie todavía ha escrito así sobre esas cosas y, sin embargo, no sé o no puedo hacer nada con ese tesoro.
3
10 de abril de 1980, Madrid.
Querida:
Estuve en Semana Santa en la Segunda Semana de Estudios Sexológicos de Euskadi, en la ciudad de Vitoria en el País Vasco.
Y lo que te quiero contar es que el día que me tocó exponer, llevé a la poesía al lugar donde nunca nadie la había llevado. Comencé con unas palabras de Rimbaud y después dije que la mujer no era sujeto ni de la historia, ni del sistema inconsciente, sino sujeto de la Poesía. Y que para explicar tan revolucionaria concepción de la mujer, utilizaría un lenguaje que no pudiera ser entendido por los poderosos y que ese lenguaje no era otro que el de la poesía y ahí no más, a 250 personas esperando las novedades de Menassa sobre la sexualidad femenina, les zampé tres poemas por la cabeza que se llaman: EL AMOR, LA MUJER POESÍA DE FUEGO y LA LOCURA y, después de leer el último verso, dije: Queda abierto el coloquio. Y te lo digo, fue genial.
EL AMOR
Recuerdo
tu vientre de
pantera
destrozado.
Mis dientes.
Tus garras
hechas
cenizas en mi rostro.
Tu ferocidad
perfecta detenida
en mi belleza
perfecta.
Recuerdo
el agudo violín
entre tus
piernas
sexo
desesperado
intentado
los sonidos
del cielo
tensando
infinitamente
hasta no
poder más
tu cuerpo en
el espacio
para alcanzar
los bordes de
mi voz.
Yo
cantaba
como si fuera
natural
en el hombre
cantar.
Registrar
lo sublime
y tu música
alta como las
cumbres
que nacen
por encima de
las cumbres
nieve
dolorosa y eterna
tu música
se detenía
para caer
sinfonía
final
descuartizada
bruscamente
tragada por
el temblor
oscuro de mi
canto.
Yo
tocaba el tambor
y la volvía
loca.
Cuando se
volvía loca
y no le
importaba
ya la música
se perfumaba
para mí
y
conversábamos
de lo
difícil que es cantar.
Bebíamos
alcoholes
bebíamos
alcoholes y fumábamos
lentamente
nuestras miserias.
Ella me decía y yo le decía:
Quiero
inundar
con mi locura
el universo.
Y
más allá ¿qué harás?
después del
universo.
Ella
se quedaba en silencio
y yo le
decía:
Esta
mañana te hizo mal jugar
a ver quién
llegaba más alto
con su canto.
Le acaricio
la frente y le digo
ni te llegué
a ganar
dejaste de
jugar a lo sublime
asustada por
el temblor
de esos
tambores de la selva,
sonando en
pleno cielo.
Ella
hacía una mueca
y yo me
quedaba en silencio.
El
viento rozaba
levemente
nuestros cabellos
y ninguno de
los dos
conocía el
desenlace.
Cuando
no sabíamos qué hacer
fumábamos
y era
divertido cuando fumábamos
ver cómo el
humo
formaba a su
alrededor,
delgadas
columnas de cristal
varas
finísimas
de mimbre y
de marfil
para que su
cuerpo
tuviera esa
presencia
iluminada y
cantarina
y a la vez
esa lejanía.
Ella
me decía y yo fumaba,
para que no
faltase el humo
en la
construcción de su grandeza.
Cuando
fumamos
te pones como
un idiota,
no haces otra
cosa que mirarme
y me
avergüenzo
y deseo
escuchar
el estallido
de mi deseo
y te veo ahí
tan callado
en tus ojos
y soy
atrapada
por el leve
murmullo de tus versos
como cuando
jugábamos esta mañana
a lo sublime
y no lo puedo creer.
Dime
¿quién eres?
la calma del
mimbre
o la belleza
del marfil.
Orangután
sin voz
o cristalino
canto
inolvidable.
Y se agarraba
la cabeza
con las dos
manos
y se
zambullía en mí
como en el
mar
gritando
almeja
delirante
no puedo
más.
Se
retorcía en mi vientre,
buscando pez
compañero
divinidad
marítima
que le
mostrara
los secretos
del mar.
Se
alimentaba con mi semen
y a ratos
levantaba la
cabeza para decir:
Todo es
hermoso. Gracias.
Yo
iba saliendo
de mi sopor
como podía.
Ella
acurrucada
pequeña
grandiosa en
mi vientre.
Su belleza
perfecta
detenida
en mi
ferocidad perfecta.
Yo
le decía
mientras ella
agonizaba:
Ahora que
estás muerta
quiero que
bailes como bailan
los peces en
el mar
las noches
que lo poético
invade sus
entrañas.
Ahora
que estás muerta
quiero que
bailes para mí
una danza de
amor
y nada de
vuelos nocturnos
hoy
nos
quedaremos
a dormir en
casa.
La
sacudo
para que abra
sus ojos
la levanto en
mis brazos
la tiro
contra el techo
de la
habitación
y ella
cae varias
veces
pesadamente
al suelo.
Se terminó
el juego
me digo
ella está
muerta.
Y
comienzo a buscar
con mi boca
en su cuerpo,
el diamante
perdido.
Y sus
movimientos
vuelven a ser
como de camelias
y frente a mi
sorpresa aúlla
y en ese
aullido
toca los
confines del cielo
y esta vez lo
sé
no habrá
poema
que contenga
ese grito.
Cuando
volvía,
despeinada y
maltrecha
me decía:
Eres un tonto
me veías
volar y ni siquiera
intentabas
alcanzarme.
Así
cualquiera vuela alto.
cuando
volaba,
te veía
sobre la cama esperándome
y cada vez
más alto
me volvía
más loca.
Inmensidad
cerca del cielo
en esa
soledad más que gozar,
el espanto se
anudaba en mis ojos
y aterricé
rápidamente
y ahora te
prometo
volar siempre
contigo
y en ese
gesto
una vez más
moría.
4
ANTICIPANDO
LA REALIDAD