INDIO GRIS Nº 35 Revista unipersonal de recolección de basura

REVISTA UNIPERSONAL DE RECOLECCIÓN DE BASURA
Nº 35. AÑO 2001 JUEVES 25 DE ENERO
FUSIONA - DIRIGE - ESCRIBE Y CORRESPONDE: MENASSA 2001

NO SABEMOS HABLAR PERO LO HACEMOS EN VARIOS IDIOMAS
CASTELLANO, FRANCÉS, INGLÉS, ALEMÁN
ÁRABE, PORTUGUÉS, ITALIANO Y CATALÁN

INDIO GRIS, ES PRODUCTO
DE UNA FUSIÓN
EL BRILLO DE LO GRIS
Y
EL INDIO DEL JARAMA
LA FUSIÓN CON MÁS FUTURO DEL SIGLO
XXI

Haber llegado al número 35 de Indio Gris casi no lo puedo creer y, a la vez, me emociona, bueno algo como una emoción, una pequeña lágrima en el océano, un hálito de satisfacción en medio de un ciclón.

Me gustaría ser normal en todo hasta los 63 años, después me casaría con la libertad.
Si dejara de hacer el amor sería libre, también, de mi neurosis.

Estoy atrapado, he llegado a la vida. He tocado la vida y ahora estoy vivo para siempre. De eso me quejo, gritaba el condenado, de no poder abandonar la vida sin morir.

No quiero ser más grande, quiero estar más vivo.
Seguir escribiendo con la misma pasión aunque no sea el mejor.
Vivir enamorado de la vida aunque no pueda vivir 200 años.

Hoy sentí que era injusto con algunas mujeres y con otras mujeres era demasiado justo.
Ninguna de las dos veces hacía las cosas bien pero, también, es cierto que ellas sólo me habían prometido amar el bien que les hiciera y no que yo hiciera las cosas bien.

Llego a estados, decía el condenado, donde sólo es posible tener remordimientos, culpa.

Está todo el mundo esperando que me muera para empezar a vivir. Si llego a vivir, por obra y gracia de mi poesía, 40, 50 años más, habrá mucha gente que no nacerá.

A veces los humanos me preocupan mucho. Todavía aman, todavía tienen deudas que no pueden pagar.

Sólo me interesa el dinero que produzco con mi trabajo. El resto del dinero que lo pongan otros.

Seré rico y cruel y no sólo cruel, como el boludo de Rimbaud. Y además tengo que poder decirme las cosas para poder hacerlas: La inspiración, tampoco es mala. De vez en cuando algo de inspiración me ayudará a envejecer.

Las enfermedades del amor, la guerra, la droga y la pobreza,
fueron el lado incomprensible del siglo que pasó.

De más de cinco mil millones, ha quedado escrito,
un poco más de la mitad no come ni se educa.

Este siglo se inventaron las drogas,
que me dejan sin fuerzas mientras las tengo
y no cuando me faltan.

No hay droga que me beneficie. No hay amor que me consuele. Y esto ni el condenado fue capaz de decirlo.

Hoy quiero dirigirme al Sr. Arenas del P.P. que le exigía al Sr. Zapatero una medida, al menos una, contra las vacas locas, que no hubiese tomado el Gobierno de España. Como el Sr. Zapatero no ha contestado, contestamos por él. La medida es sencilla y muy beneficiosa para España. España debe matar todas sus vacas y comprar carne a Argentina, de esa manera cuida a la población española del mal de las vacas europeas y ayuda a un país americano, que hace tanto tiempo que no hace nada de eso, pero fundamentalmente, el bien para España se alcanzará cuando todos los ganaderos se transformen en agricultores que sembrarán marihuana con lo cual se hará prevención del cáncer en general y de los tumores cerebrales en particular, de la depresión, con lo que se evitarían el 70 por ciento de las enfermedades actuales. Además con la marihuana no habrá más frigidez en los ministros de salud y ni siquiera impotencia en los ministros del interior.

Una vez llegué a decirle a una mujer,
que mi bolígrafo no tenía ganas de escribir.
Después estando a solas escribí un poema,
pero a máquina.

Estoy atado a las consignas del amor,
decía el condenado,
pero estoy en la fábrica.

Y esa no es la única vez que me equivoco,
a veces, estoy atado a las consignas de la pobreza
y quiero hacer el amor.

Fui ese soldado que le tocó
hacer la guerra todo el tiempo
y sólo tenía la ilusión de la paz.

Y vi caer palomas de la paz
atraídas por el fragor de las batallas
y yo mismo disparé contra palomas falsas
que te hacían creer que la comida era la libertad
o bien, que la libertad y la paz eran posible sin comida.

Y hubo días negros, tenebrosos, catástrofes incontables,
donde las palomas de la paz se mataban entre ellas.

La paloma, en definitiva, era un pájaro cruel
y por eso fue elegida como símbolo de la paz.
Es capaz de matar por casi nada
a un hermano herido que se declara perdedor.

Vivo atado a las consignas de las palomas
y voy por el mundo buscando un ser humano,
alguien que amando la libertad no quiera volar
alguien que al declararse vencido no piense en morir,

un hombre, una mujer que amen por amar,
una mujer, un hombre que construyan las sombras
que atraviesen el sol con una lágrima
y rompan las cadenas, del amor, al partir.

El gobierno valenciano aconseja a los españoles no tener relaciones sexuales con extranjeros para cuidar la raza española.

El mismo gobierno aconseja a los extranjeros no tener relaciones entre ellos para no reproducirse y agravar el problema de la inmigración.

Y el fulano del interior niega pertenecer a las mafias de la inmigración, ya que él no obtiene beneficios de los inmigrantes, sólo los hace desaparecer.

Comienzan a abrirse infinitos agujeros a mi alrededor. Las cosas toleradas por amor comienzan a pasar factura y no sé si habrá tanto dinero como hubo amor.

-Un paso más, gritaba el condenado, y ya no quedará carroña a mi alrededor. Un paso más y ya no temeré a los buitres.

Algunos inmigrantes quieren todo. Otros prefieren un poquito, algunos no necesitan casi nada y otros sólo quieren divertirse y yo sé distinguirlos y nunca me equivoco, al cruzar nuestras miradas ya sé de qué se trata. Pero padezco de una enfermedad incurable, soy ministro del interior en España, a los inmigrantes los trato a todos por igual:

¡PENSAD QUÉ DESVARÍO! a todos por igual, según la Ley que mi enfermedad ha inventado.

Saludo delicadamente a un asesino con papeles y castigo, con dureza, según marca la Ley a un inocente.

Beso con ardor los labios de una piedra y me siento a escribir decretos cuando alguno de ellos o de ellas se las compone con amor para incendiar algún océano.

Les doy algo de amor si no lo necesitan y le pido amor a la que nunca tuvo. A los recién nacidos les doy el biberón y encarcelo a sus padres por haber amado y prohíbo a la seguridad social que atienda al niño sin padres, ni papeles. Después adormecido por el odio a los extranjeros voy a misa a agradecerle a Dios, porque España va bien y ningún inmigrante se da cuenta.

"Tengo tensión, tengo apetitos, hambres de milenios y, ahora, querrán conformarme con algún pedazo de queso, excrecencias de alguna vaca pastora, o la misma vaca muerta a palos y descuartizada encima de la mesa, recordando viejos rituales, donde los hombres se comían unos a otros, y eso era el amor.
             Clavo sin piedad mi cuchillo contra el corazón de la vaca y la vaca muge, se desgarra de pasión frente al asesino. Yo, con precisión quirúrgica, separo grasa y nervios y le doy a mi amada un bocado de los ovarios calcinados de la vaca.
             -Somos libres, me dice ella, mientras se entretiene en el ruido de sus dientes tratando de doblegar las partes quemadas del universo.
Después, más ligera, haciendo de todo espejismo, una mentira, me dice con soltura:
              -En mí, vive una vaca magistral, que muge y asesina todo el tiempo. A veces, parece dolorida, pero nada le importa, sabe que ha nacido para ser asesinada a palos y, entonces, caga por todos lados y las flores enloquecidas se comen lo esencial de la mierda y crecen aceleradamente hacia el futuro."

Un libro de Miguel Oscar Menassa.
Para llevarse mejor con su pareja en las fiestas
y algún que otro día de trabajo

"Esta novela es un monumento al deseo, no a su satisfacción, y el deseo no cabe en moldes ni normas".

Leopoldo de Luis

"Menassa hace del erotismo una verdadera enciclopedia de las relaciones sexuales".

Juan-Jacobo Bajarlía