A LOS SESENTA Y SIETE AÑOS

A pocos días de cumplir 67 años, me dispongo a planificar mis próximos 40 años.

No soy precisamente un idiota aunque, al tener que comenzar una frase de esa manera, algo lo soy. Pero cuando digo 40 años más, sé que puedo morir o pueden matarme antes y, también sé, que eso no es para mí lo importante.

Lo importante para mí es que pienso comenzar la realización de un proyecto que lleve 40 años más.

Muchas pertenencias para cuidar, en verdad, no tengo, pero sí tengo para cuidar muchas funciones: Poeta, Director de la Escuela de Psicoanálisis y Poesía Grupo Cero y, en plena actualidad, guionista, director y actor de cine.

Mi poeta ha sobrevivido a las más grandes catástrofes de mi vida, al más grande dolor y, debo decirlo, a las más grandes alegrías, es decir, mi poeta no necesita ningún cuidado, sabe hacerlo por sí mismo.

El cine y toda su parafernalia, es mi fuente de la juventud actual, frente a esa maravilla, el que se tiene que cuidar soy yo.

Lo único que debería cuidar, y no es mucho, es el estilo de la Escuela, es decir, la ética de todos sus integrantes, llámese España, Argentina, Brasil o alguna otra ilusión.

La lucha por la herencia cultural que significa el Grupo Cero, su dirección, su manera de trabajar, comenzará un día después de mi muerte.

No quisiera, y esto lo dije hace mucho tiempo, que confundieran una de mis peores amantes con mi amor, ni a algún hombre mezquino que me rodea con mi dinero.

Con esto no quiero decir que se terminen nuestras guerras internas por el poder, lo que digo es que yo seré uno de los combatientes. Y me gustaría que los cercanos tuvieran en cuenta que, mis coordenadas teóricas-históricas, me permiten pensar que a los 67 años se puede comenzar todo de nuevo.

Teniendo en cuenta que me dispongo a vivir 40 años más, y que formar a un psicoanalista lleva más o menos 20-25 años, está claro que puedo fundar hasta 2 nuevas escuelas de Psicoanálisis.

Esto que dije, como todas las cosas que dice todo el mundo, según quien las valore puede ser una u otra cosa, puede parecer una amenaza o, bien, un sencillo consejo: No intentar matar lo que, por ahora, no puede morir.

Algo de la poesía vive conmigo y eso se nota todo el tiempo.

Miguel Oscar Menassa
Poeta y Psicoanalista en formación
en la Escuela de Poesía y Psicoanálisis Grupo Cero