Revista semanal por
Internet Indio Gris
Nº 247. AÑO 2005 JUEVES 5 DE MAYO
FUSIONA - DIRIGE - ESCRIBE Y CORRESPONDE:
MENASSA 2005
NO SABEMOS HABLAR PERO LO HACEMOS
EN VARIOS IDIOMAS
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INDIO
GRIS ES PRODUCTO
DE UNA FUSIÓN
EL BRILLO DE LO GRIS
Y
EL INDIO DEL JARAMA
LA FUSIÓN CON MÁS FUTURO DEL SIGLO
XXI
Indio
Gris
INDIO GRIS Nº 247
AÑO V
EDITORIAL
¿DÓNDE ESTARÁ EL AMOR?
El amor. El Amor.
¿Dónde estará el amor?
Cuántas veces dibujé
la esquina
donde nunca llegaste
y te busqué
por los salones
y fui ladrón
para buscarte entre las sombras
y hubiera sido capaz de matar
si alguien me hubiese dicho
que en ese gesto te encontraba.
Fui solo y fui muchos.
Todos los cuerpos
fueron investigados
palmo a palmo.
Todas las máscaras
fueron arrasadas
para buscarte
en el centro de la verdad
y tampoco estabas.
Te busqué entre los pobres
entre las espesas capas del dolor
entre entrañas y sucios alcoholes
en el propio asco de la vida.
Después no te busqué más
encontré otras palabras.
"¿Dónde
estará el amor?"
POESÍA, CARTAS DE AMOR,
PSICOANÁLISIS,
¿EROTISMO O PORNOGRAFÍA?
ALGO DE POLÍTICA O RECOLECCIÓN DE BASURA
Y CARTA DEL DIRECTOR |
LA MUJER Y YO
2
Yo, antes de conocerlo, me creía viviendo,
hasta llegué a decirle a mi madre que era feliz
y para él, todo lo mío era insuficiente.
Un día me llegó a decir que, si lo amaba,
que si gozaba con sus cosas, debía decírselo.
Una tarde, en el colmo de la crueldad,
me reprochó que nunca, nunca,
le había dedicado ningún poema.
Yo, esa tarde, lloré con desesperación
pero él estaba ensayando la crueldad
y me dijo:
Llorar, siempre has llorado para mí
pero nunca me dedicaste un poema.
Yo, ahí, tenía intención de matarlo
pero no tenía fuerzas para hacerlo
entonces le pedía que me pegara.
Él, esos días, ni me pegaba ni nada,
él esas tardes lo sabía, lo adivinaba,
esas tardes grises la asesina era yo.
Pero él era, verdaderamente, cruel,
su crueldad, amigas, no tenía límites:
Se quedaba, ahí, quieto, como muerto,
días, semanas, meses enteros, siglos y,
después, cuando ya nadie lo esperaba,
ni mis amigas, ni siquiera yo misma,
él, de golpe, nacía nuevamente al amor,
distraído en un beso, iluminado de caricias
y pasaba, entre nosotras, como una ráfaga
de incendio y velocidad y fuertes aullidos
como si amor y sexo estuvieran uniéndose
precisamente, amiga, en nuestros cuerpos.
Y cuando estábamos a punto de conocer,
de lo imposible, un rasgo inexistente,
él se quedaba ahí, quieto, como muerto.
Y yo llamaba a mis amigas para revivirlo
y, ahí, era donde su crueldad era infinita:
me obligaba con razonamientos absurdos
y, totalmente convencida por sus palabras,
terminé haciendo el amor con mis amigas
y ese goce me volvía, perfectamente, loca
y fue, también por eso, que no le vi más.
Comencé a leer sus versos en secreto
para que nadie viera tanto amor,
pero todo el mundo se daba cuenta:
cuando estaba a su lado
mi cuerpo se incendiaba,
cuando se alejaba de mi lado
mi pensamiento para alcanzarlo
se incendiaba y tocaba el dolor,
pero yo leía sus versos en secreto
para engañar al mundo entero
que era su cuerpo lo que amaba,
para que, él, no se enterara nunca de que,
yo, estaba enamorada de sus versos.
"La
mujer y yo
2"
LIMITE OTRO: LA LOCURA
Hoy como nunca
amé mi cuerpo en soledad.
Hoy como ayer
fui el amante infernal.
Hoy no llegué muy lejos.
Caminé todo el día
dando vueltas
adentro de mi pieza.
Mi padre
cantaba en árabe
con voz alta
hermosa.
Ensayé algunos pasos.
Movía con ternura mis manos
por delante de mi cara.
Mis movimientos
eran sensuales y ligeros.
Arranqué de la higuera
las pequeñas brevas marinas
y me tendí al sol.
Dejé que el desierto
invadiera mi pieza.
Yo era el camello azul que
galopaba
sin agua y sin amor por el desierto.
Arena fugaz y seguía
galopando,
el tiempo
se encorvaba sobre mis espaldas
y después
un paso de baile
aquel movimiento
como una ceremonia
y dejaba caer
una joya a tus pies
señora locura
y tú prisionera
envilecida en mi mirada
te arrastrabas
entre las cadenas
mis lágrimas,
acero y piedra
y no podías
salir de este poema.
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