Revista semanal por Internet Indio Gris
Nº 244. AÑO 2005 JUEVES 14 DE ABRIL

FUSIONA - DIRIGE - ESCRIBE Y CORRESPONDE: MENASSA 2005

NO SABEMOS HABLAR PERO LO HACEMOS EN VARIOS IDIOMAS
CASTELLANO, FRANCÉS, INGLÉS, PORTUGUÉS, ITALIANO 

INDIO GRIS ES PRODUCTO
DE UNA FUSIÓN
EL BRILLO DE LO GRIS
Y
EL INDIO DEL JARAMA
LA FUSIÓN CON MÁS FUTURO DEL SIGLO
XXI

Indio Gris


INDIO GRIS Nº 244

AÑO IV

EDITORIAL

FUIMOS PERDIENDO

Fuimos perdiendo en el camino
nuestro deseo de liberarnos.
Entre las cadenas
el goce de la carne era bestial.

El microscopio
contra nosotros mismos
y nos reíamos como locos
y comenzamos a torturarnos
para arrancarnos la verdad.

Ven cuéntame todo y, así,
nos hundíamos en las sombras.

Con vivir un instante alcanzaba
el resto de la vida era contarla.

Y los que no podían
mantener sus ojos cerrados
se arrancaban los ojos
sólo para no ver.

Indios Grises

POESÍA, CARTAS DE AMOR, PSICOANÁLISIS,
¿EROTISMO O PORNOGRAFÍA?
ALGO DE POLÍTICA O RECOLECCIÓN DE BASURA
Y CARTA DEL DIRECTOR

"LA MUJER Y YO"

27

Esta noche vienen a visitarnos
mis dos mejores amigas de la juventud,
así que mejor pensamos cómo recibirlas,
quiero verlas felices aunque sea una noche.

¿Y yo que tengo que ver en los festejos?
son tus amigas, yo no las conozco,
mejor me voy al bar o escribo y,
además, cuando las mujeres hablan
entre sí, de sus cosas, no las aguanto.

Ella, como mimosa, me dijo dulce:
Nada, tu no tienes que ver nada,
son mis amigas
pero yo soy la única de las tres
que consiguió casarse y tú,
querido, eres el único marido
que conseguimos entre las tres
y, ahí, algo que ver, un poco, tienes.

Nuestro único pecado haber seguido fieles
al infinito beso y esas cosas que nos diste,
a las tres juntas como si nos amaras juntas
el día de nuestra boda ¿lo recuerdas?

Aquí nos tienes, somos las tres en una,
tres pero con la misma consigna, amarte
como si fuera posible amar los huracanes,
haz con nosotras lo que puedas sostener
con tu palabra, tu sexo o tu dinero,
entonces, además de nuestro cuerpo aquí,
contigo, conseguirás, aunque no exista,
nuestro amor ferviente, iluminado y,
cada vez que en el poema digas mujer,
o mi mujer, o la mujer del viento
o la terrible muerte traicionera,
siempre seremos tres, tres ataduras,
tres vertientes oceánicas en tu piel
y por sobre todas las cosas
miles de historias de celos y dolor
para tu poesía, para todo el color.

Yo me dejé estar en versos compañeros,
y la vida que no se acaba nunca,
recorrí el camino recorrido y me detuve
y me caí mil veces y todo era hermoso
mis palabras habían tocado cada lágrima,
cada sonrisa, toda la belleza del porvenir.

Apuesto mi vida, les dije,
a la inteligencia de mis manos
porque mi hombre no se hizo viviendo
todo lo que toqué de humano y de verdad
lo conseguí escribiendo versos míos y ajenos.
Ahora querida, me toca vivir,
vivir, simplemente, sin hacer nada.
Una que otra conversación, agregó ella,
un tango, por las dudas,
alguna mujer te lo pidiera.
Eso mismo, le dije
y una mujer para bailar el tango
y los juegos de azar
y los compromisos revolucionarios
que tanto bien le hacen a la poesía.
A tu lado yo me sentía siempre
el super Lázaro, el resucitador,
ponía levemente mi mano
sobre las heridas del alma
y estas, las pobres, cicatrizaban
para dar paso al amor.
Qué valentía, dijo ella, qué gesto solidario.

A veces nos reuníamos en bandadas
para averiguar quién era el amor
y nunca hubo tánto viento
tánto viento sobre tánta nube.

Pero qué valentía, qué belleza.

Todo se evaporaba entre las manos,
el amor era imposible ser y eso,
precisamente, nos mantenía unidos,
creyendo, tal vez, que algún día...
Hasta que, resignados, escribimos:
En el ejemplo de vivir, vivir es el ejemplo.

 

"La mujer y yo 27"

 

"LA MUJER Y YO"

29
 

Existen pasiones que no alcanzo a comprender,
hoy, un Dios, se beneficia con nuestro canto.
Y ella, con ternura y con rabia, quiso preguntar:
Y, si hasta Dios se beneficia con nuestro canto,
¿porqué? no nos quieren pagar por nuestro canto.

Sus ojos eran lejanos en la pregunta,
fue entonces cuando le dije:
Estamos aquí para morir
Pero, el que muera hoy,
mañana no cenará con nosotros.

Eres tan diferente al resto del mundo
que muchas veces no lo puedo creer
y te trato como a todo el mundo, mal,
me alejo de ti cuando te necesito,
me obligo a romper y abandonar
lo que goza en mí y viene del mundo.
Soy, ¿cómo decirte, una piojosa?
y no tanto por los piojos que no tengo
sino por celosa y envidiosa, mi amor,
no puedo soportar el goce ansiado
si proviene de ti, la caricia o el triunfo,
por eso es que prefiero pensar de ti
que eres vulgar, estúpido y hasta feo.
Que aprendiste a escribir a mi lado,
cuando nos conocimos no sabías
tratar a las mujeres ni al poema
y después la conclusión es sabia,
me lo digo para tranquilizarme:
Y, todavía, lleno de ilusiones,
pretende que goce con sus cosas.

No está mal, le dije con confianza,
al menos has aprendido a hablar,
ahora los dos juntos, tal vez, podamos aprender
que siempre habremos de alcanzar alguna altura
y, después, siempre y cada vez, habremos de caer.
Y no podrá ser de otra manera, subir y después, caer,
lo mejor es, entonces, aprender a caer como un atleta
para quedar saludables y en condiciones de empezar
a subir, nuevamente, amando y volando, a las alturas.

Ella fue contundente cuando dijo:
Y ahora ¿qué quieres?,
que tome un profesor de vuelo
o que te chupe, sin más...
Sus puntos suspensivos puestos ahí
me indicaban hablar o permitir que,
a causa de mi silencio incomprensible,
una vez más, me llamara marica.
Espero le dije, tembloroso,
estar torciéndome lo suficiente
para que nadie, exactamente,
me pueda seguir.

Cuando me doy cuenta
que puedo escribir
de todo lo que me proponga,
no me propongo nada.
Hay días que pienso que no merezco, del mundo,
sino aquello que el mundo me concede.
Lo que el mundo no me da y es necesario,
lo consigo yo mismo, trabajando.
Y lo que el mundo no me da y es superior
o superfluo o de lujo, lo consigo virtual,
escribiendo, haciendo el amor, soñando,
cambiando mi pequeña y pobre familia
por la ambición de producir dinero,
jugando con las palabras a los versos,
jugando con los colores a estar vivos,
jugando con nuestros cuerpos al amor.
Ella hace, con cierta inteligencia,
frases enteras donde mi sexo no existe,
no tanto por envidia o dolor sino,
sencillamente, para acortar distancias.
Ella, en definitiva, destruye todo
lo que se interpone entre ella y yo,
aunque sea propiamente mi sexo.
Entonces es cuando me pregunta:
Y después, ¿qué harás?
Escribo todo el tiempo,
desesperadamente,
día y noche
hago mío el color,
desesperadamente,
y amo como se debe
y como no se debe y,
a veces, hago el amor
con quien no corresponde,
pero debes saberlo:
Siempre, desesperadamente.

"La mujer y yo 29"

Indio Gris

 

ESTO ES PUBLICIDAD

 
TALLERES DE POESÍA

GRUPO CERO
Abiertos todo el año
91 758 19 40

www.poesiagrupocero.com


 
Usted es feliz pero no puede sonreír.
Clínica Odontológica
GRUPO CERO

¡CONSÚLTENOS!

TEL. 91 548 01 65

 
 

CONSULTA 
GRUPO CERO

CONSULTA 
GRUPO CERO

Amelia Díez Cuesta
Psicoanalista

Carlos Fernández del Ganso
Psicoanalista

Pedir hora: 
91 402 61 93
Móvil: 607 76 21 04

MADRID
ameliadiez@terra.es

Pedir hora:  
91 883 02 13

ALCALÁ DE HENARES (MADRID)
carlos@carlosfernandezdelganso.com
www.carlosfernandezdelganso.com

CONSULTA  GRUPO CERO

Mónica Gorenberg
Psicoanalista

Pedir hora: 
976 25 25 17 - 659 09 10 60

ZARAGOZA - MADRID

 


AULA CERO DE FRANCÉS

Practicar el francés en Madrid
CURSOS INTENSIVOS 
Tel. 91 542 42 85. De 8 a 22 horas
TODO EL AÑO
www.aulacero.com
aulacero@retemail.com

 

CONSULTA GRUPO CERO
TRATAMIENTO DE PAREJAS

TALLER DE ENSAYO

Miguel Martínez Fondón
Psicoanalista

Coordinador: 
Juan Carlos De Brasi

Pedir hora: 91 682 18 95
GETAFE (MADRID)

91 445 12 32 (MADRID)
 

subir

Indio Gris