INDIO GRIS

REVISTA UNIPERSONAL DE RECOLECCIÓN DE BASURA
Nº 24. AÑO 2000 JUEVES 9 DE NOVIEMBRE
FUSIONA - DIRIGE - ESCRIBE Y CORRESPONDE: MENASSA 2000

NO SABEMOS HABLAR PERO LO HACEMOS EN VARIOS IDIOMAS
CASTELLANO, FRANCÉS, INGLÉS, ALEMÁN
ÁRABE, PORTUGUÉS, ITALIANO Y CATALÁN

INDIO GRIS, ES PRODUCTO
DE UNA FUSIÓN
EL BRILLO DE LO GRIS
Y
EL INDIO DEL JARAMA
LA FUSIÓN CON MÁS FUTURO DEL SIGLO
XXI

Indio Gris

INDIO GRIS Nº 24

1

Hoy una dama me confesó que ya no tiene ninguna ilusión, que a partir de ahora sólo se amará a sí misma.

2

26 de Agosto de 1991: Hoy veré a dos clientes, en cierta medida hoy se terminan mis vacaciones y no sé muy bien si lo soportaré.

Mis cuestiones personales siguen un curso casi normal, ahora debo dedicar todo el tiempo a mi escritura y a la dirección de la Escuela de Psicoanálisis y no se cuál de las dos situaciones es más difícil para mi yo. Mi escritura significa asumir ser uno de los mejores estilos y la Escuela de Psicoanálisis significa asumirme como director, es decir, trasmitir estilos mas no el mío.

3

Sin chocolate, sin tabaco, sin alcohol, hace como diez años, sólo me pueden matar mis propios deseos. ¿ Y la guerra ?
No hay paz duradera, por eso que me preparo, de alguna manera, para alguna guerra. 
Ser un gran escritor para poder relatar del hombre esa caída en la animalidad. 

4

Oh, verde rama desesperada. Agua y luz para la bella que crece sólo para morir.

El vértigo se debe a que comienzo a vivir mi propia vida que ya no le debo a nadie sino a mí.
Y ahora vendrán a pedirme cuentas y yo mentiré una vez más:
A mí me lo dio todo la poesía y así será hasta los cien años

5

5 de Septiembre de 1991: Envío por teléfono un ramo de flores a mi madre para sus 77 cumpleaños.

6

Después de 10 años trabajando como Institución Escuela de Psicoanálisis estoy en condiciones de decir, algo hemos hecho.

Un nombre, una multiplicación. Sólo hemos fundado y, debemos decirlo, sólo unos pocos aprobaron el examen de fundar.

Pero nadie debe preocuparse demasiado, recién ahora damos por comenzada la competencia.

7

A pocos días de cumplir 51 años me asombra el desorden afectivo, sentimental, sexual y económico con que se han marcado los primeros 50 años de mi vida.
Algo me avergüenza tener que reconocer que todo ese desorden ha tocado de alguna manera toda mi producción.

Cambiar de vida a los 51 años no es algo que se pueda comprar en un supermercado pero de cualquier manera quiero proponérmelo.

No necesito historias para contar aunque alguna historia contaré. Mis cuadros están en varios espacios, mis poemas en varios tiempos, mi vida desquiciada en varios sentidos y no voy a hablar del desorden sexual porque ahí fui siempre fiel. El amor siempre lo hice con mujeres, aunque reconozco, alguna vez, entre amigos para que uno de ellos se sintiera un hombre le dije que lo amaba.

Amé, también, en medio del desorden, a niños y ancianos, indios y comunistas y como no sabía qué hacer con tanto amor escribí versos hasta hartarme.

Oh, esas banderas rojas, esos días donde el proletariado se comió la ilusión de ser.
Oh las mujeres al viento, los versos en el bolsillo.

8

A punto de abandonar Funchal para siempre escribo por primera vez en el ordenador en un aeropuerto. Lo entiendo aunque todo salga mal, siempre se aprende algo.

Algo será del tiempo y algo será de la verdad. No me fue del todo bien en este viaje aunque estoy seguro de haber plantado algunas semillas. Pero a mí no me fue bien. La poesía siempre es gratificante para mí, mas las personas no tanto.

En Funchal me han enseñado: El abrazo de Judas, la puñalada de Caín y la patada en los huevos de los romanos.
Yo tampoco me quedé atrás. Cuestioné en dos días todo saber, toda vida, todo amor. Yo me olvidaré antes de mi pequeño fracaso emocional que ellos de la gran catástrofe intelectual que se produjo en ellos con mis palabras, pero de cualquier manera me hubiera gustado que me trataran un poco mejor.

Lo que más me molestó fue que no pusieran un grabador para grabar las seis horas de charla sobre la Interpretación de los Sueños

9

A los 51 años, alejado de todo delirio, abro los ojos y me dispongo a realizar las próximas tres décadas. Trabajo fuerte hasta los noventa y después dejo las cosas como están.
La idea es sencilla, una revista que salga de mí y que llegue al mundo. Papeles volando, mostrando que aquí es el mundo y vive un hombre.

Comienzo la tarea sin grandes ambiciones pero con una certeza: Publicaré como mínimo 200 números.

Ya dejé de beber, ya dejé de fumar, ya hago el amor sólo lo necesario y si es preciso, para que todo sea posible, dejar de jugar, dejaré de jugar.

10

Soy un ser débil, la guerra me afecta, de verdad me afecta. Prefiero aunque igual me dominen, la paz. Y quién sabe si esto lo hubiera dicho antes de la guerra.
50 años, medio siglo. Tranquilo que a algún lugar he llegado. Beberé el agua de ese lugar y luego me lo pensaré.

Mis preocupaciones se transformarán en vuelo, mis delirios en piel.

11

Todo termina, también el mes de enero. Al suspender todas mis relaciones sexuales por la tristeza que me da la guerra, se me inflamó la cara. Hay cosas que no se suspenden aunque se suspendan. Si no se puede normal, es perverso pero no deja de ser y el mundo actual, la guerra no son cosas normales, es decir, son cosas pero perversas.

La muela reventada, la pija levemente irritada, el aparato digestivo dislocado, o hago la guerra o la guerra me matará sin siquiera haberla hecho.

12

Necesitaría cuidarme un poco más. Algo de la vida tiene que ser, también, para mí.
Las ambiciones son buenas para la salud, pero las ambiciones desmedidas son el dolor perenne del hipocondríaco.

Yo hubiese preferido la paz, el confort, el progreso. Es difícil para mí perder esas consignas.
Guerra, deterioro, miseria, no se si podré aguantar sin intervenir.

13

Cuando sólo me miro las manos siento que me quedan otros cien años como escritor. El resto será fácil, sobrevivir a las guerras, a los amores, a la dominación de la paz, eso lo conseguiré escribiendo.

Escribir, también, me doy cuenta es salvarse de algo.

14

Estoy joven aún, para pasarme todo el día escribiendo, algo así como mis memorias de amor. Poder narrar esa intensidad cósmica, esa ternura ¿quién sabe si alguien podrá?. Lo intento amada, lo intento con toda mi destreza y sólo consigo estos murmullos alejados del amor.

Quejas, cuerpos dañados por la guerra, heridos definitivamente por la duda.

15

Soy tan miedoso que necesitaría una persona que me esté mirando mientras escribo. Esa mujer soy yo, dijo ella temblando y, todavía, después de 30 años se puede decir que aunque a veces ya no me acompaña la sigo manteniendo. Después hubo otras que dijeron lo mismo y que tampoco me acompañan pero yo igual las mantengo. En ese sentido me parezco más a un árabe con dinero que a un argentino-español desesperado.

Sin embargo yo era un latino-americano desesperado y trabajaba de sol a sol para mantener mis amores. Y así fuimos felices y sólo conocíamos el amor hasta el día que yo me cansé y no fui más a trabajar. Mis enamoradas, mis enamorados, tuvieron que ir a trabajar y conocimos el odio.

La dignidad del trabajo, en realidad, no era ninguna dignidad y la poesía estaba a punto de ser hundida por 500.000 toneladas de bombas equivocadas. Entonces fue necesario abandonarlo todo y llevarme la poesía conmigo, a mi casa.

16

Tengo que darme cuenta que al mundo no le pasa lo que me pasa a mí. Debo salir de mí, ponerme en el mundo.
Eso me hará vivir, sin padres, sin hijos, sujeto del lenguaje.

17

Domingo 27 de Julio de 1997: Todo era el delirio de la fiebre. Después vino una época de soledad donde no hubo ni fiebre ni desorden. Fui un solitario. Yo y algunas páginas de algunos libros. Comencé, entonces, a ganar algo de dinero.

Nunca pensé que el dinero fuera un logro pero con el dinero lograba varias cosas, alguna de ellas de buen gusto.

18

Era evidente que para separarme de mi obra, mi obra debía ser publicada.
Tengo que publicar a lo grande pero sin creerme que voy a conseguir el cielo. Haremos un poco de escándalo, venderemos algún libro y conseguiremos algún trabajo. Eso será todo, por ahora.

19

Y cuando me pregunten, decía el condenado, porqué dejé de hacer el amor con todas mis amantes que eran varias, porque todas estaban enfermas de una enfermedad distinta cada una. Y los médicos querían que yo hiciera todos los tratamientos. Mejor, me dije, dejo de hacer el amor durante uno o dos años y después, algo, trataré de saber.

Las tontitas lo que tienen es intoxicación erótica y cuando estoy con ellas no se me ocurre nada porque siempre hablamos de lo mismo.

20

13 de febrero de 1988: Poco a poco ha de pasar la vida y toda vida tendrá sus entretelones. Yo, también, se resiste a toda salvación. Yo no ve, no siente, nunca termina de comprender.

No encuentro la paz pero tampoco estoy en el medio de ninguna guerra. Soy un neurótico. Alguien que no teme sino a sus sueños, a sus propios delirios de grandeza.

21

Me viene la mañana y me levanto, me viene la noche y caigo desplomado como un gigante que muere aplastado por su propio peso. Lo comprendo toda mi vida está pasando en mí. Hasta la poesía en mí se hace sola.

Sin necesidad de dramas igual existen para mí los acontecimientos. Aunque no escriba nada, siempre a la mañana siguiente hay escrito un verso. Soplo y se generan vientos, ondas infinitas de lejanía.
No se cómo se sigue pero seguiré. Las cosas más importantes de la vida sólo se saben después y después, siempre, es demasiado tarde

Indio Gris