Revista semanal pela Internet Índio Gris
Nº 219 ANO 2004 QUINTA-FEIRA 7
DE OUTUBRO

 

UNE - DIRIGE - ESCREVE E CORRESPONDE: MENASSA 2004

NÃO SABEMOS FALAR, MAS O FAZEMOS EM VÁRIOS IDIOMAS
CASTELHANO, FRANCÊS, INGLÊS, ALEMÃO
ÁRABE, PORTUGUÊS, ITALIANO E CATALÃO

ÍNDIO GRIS É PRODUTO
DE UMA FUSÃO
O BRILHO DO GRIS
E
O ÍNDIO DO JARAMA
A FUSÃO COM MAIS FUTURO DO SÉCULO
XXI

Índio Gris


ÍNDIO GRIS Nº 219

ANO V

25 de Agosto de 2004 em Buenos Aires
RECITAL DE POESIA
"Clube de amigos da Vaca Profana."
MIGUEL MENASSA E TOM LUPO
RECITAN A GRANDES POETAS:
GIRONDO, CARILDA

• OLIVERIO GIRONDO

TOCO

Toco
toco poros
amarras
sondas toco
teclas de nervos
molas
tecidos que me tocam
cicatrizes
cinzas
trópicos ventres toco
sós sós
ressacas
estertores
toco e mastoco
e nada

Pré-figuras de ausência
inconsistentes tropos
que tu
que que
que flautas
que depressões
que máscaras
que solidão oca
que sim que não
que senão que me destempera o toque
que reflexos
que fundos
que materiais bruxos
que chaves
que ingredientes noturnos
que tranquetas geladas que não abrem
que nada toco
em tudo.

  Tom Lupo recitando a Oliverio Girondo

 

TUDO ERA AMOR

Tudo era amor... amor!
Não havia nada mais que amor.
Em todas partes se encontrava amor.
Não se podia falar mais que de amor.
Amor passado por água, à baunilha,
amor ao portador, amor a prazos.
Amor analisável, analisado.
Amor ultramarinho.
Amor eqüestre.
Amor de cartão pedra, amor com leite...
cheio de prevenções, de preventivos;
cheio de curtocircuitos, de cortapisas.
Amor com um grande M, com um M maiúsculo,
esguichado de merengue,
coberto de flores brancas...
Amor espermatozóico, esperantista.
Amor desinfetado, amor untuoso...
Amor com seus acessórios, com suas reposições;
com suas faltas de pontualidade, de ortografia;
com suas interrupções cardíacas e telefônicas.
Amor que incendeia o coração dos orangotangos,
dos bombeiros.
Amor que exalta o canto das rãs sob os ramos,
que arranca os botões das botinas,
que se alimenta de ocultar e de mixórdia.
Amor impostergável e amor imposto.
Amor incandescente e amor incauto.
Amor indeformável. Amor desnudo.
Amor amor que é, simplemente, amor.
Amor e amor... e nada mais que amor!

  Tom Lupo recitando a Oliverio Girondo

 

• CARILDA OLIVER LABRA

DISCURSO DE EVA

Hoje te cumprimento brutalmente:
com um golpe de tosse
ou uma patada.
Onde te metes,
aonde foges com tua caixa louca
de corações,
com a reguera de pólvora que tens?
Aonde vives:
na fossa em que caem todos os sonhos
ou nessa teia de aranha onde penduram
os órfãos de pai?

Que saudade
sabes?
como a mim mesma
ou aos milagres que não acontecem.
Que saudade,
sabes?
Quisera persuadir-te não sei de que alegria,
de que coisa imprudente.

Quando virás?
Tenho uma pressa por espairecer,
por dizer-te: «minha vida»
e que los tronos nos humilhem
e as laranjas palideçam em tua mão.
Tenho vontade de olhar-te a fundo
e achar véus
e fumaça,
que, por fim, perecem em chama.

De verdade que te quero,
mas inocentemente,
como a bruxa clara onde penso.
De verdade que não te quero,
mas inocentemente,
como o ânjo enganado que sou.
Te quero,
não te quero.
Sortearemos estas palavras
e uma que triunfe será a mentirosa.

Amor...
(Que digo? Estou equivocada,
aqui quis pôr que já te odeio.)
Por que não vens?
Como é possível
que me deixes passar sem compromisso com o fogo?
Como é possível que sejas austral
e paranóico
e renuncies a mim?

Estarás lendo os jornais
ou cruzando
pela morte
e a vida. Estarás com teus problemas de acústica e de virilha,
inerte,
desgraçado,
entretendo-te em uma aspiração do luto.
E eu que te degelo,
que te insulto,
que te trago um jacinto desaprumado;
eu que te aprovo a melancolia;
eu que te convoco

aos sais do céu, 
eu que te zurzo: 
que? 
Quando vais matar a salivaços, 
herói?  
Quando vas a molerme otra vez bajo la lluvia? 
¿Cuándo?
¿Cuándo vas a llamarle pajarito
y puta? 
¿Cuándo vas a maldecirme?
¿Cuándo?
Mira que pasa el tiempo,
el tiempo,
el tiempo,
y ya no se me aparecen ni los duendes,
y ya no entiendo los paraguas,
y cada vez soy más sincera,
augusta...
Si te demoras,
si se te hace un nudo y no me encuentras,
vas a quedarte ciego;
si no vuelves ahora: infame, imbécil, torpe, idiota,
voy a llamarte nunca.

Ayer soñé que mientras nos besábamos
había sonado un tiro
y que ninguno de los dos soltamos la esperanza.
Éste es un amor 
de nadie;
lo encontramos perdido,
náufrago,
en la calle,
Entre tú y yo lo recogimos para ampararlo.
Por eso, cuando nos mordemos,
de noche,
tengo como un miedo de madre a quien dejaste sola.
Pero no importa,
bésame,
otra vez y otra vez
para encontrarme.
Ajústate a mi cintura,
vuelve;
sé mi animal,
muéveme.
Destilaré la vida que me sobra,
los niños condenados.
Dormiremos como homicidas que se salvan
atados por una flor incomparable.
Y a la mañana siguiente cuando cante el gallo
seremos la naturaleza
y me pareceré a tus hijos en la cama.

Vuelve, vuelve.
Atraviésame a rayos.
Hazme otra vez una llave turca.
Pondremos el tocadiscos para siempre.
Ven con tu nuca de infiel,
con tu pedrada.
Júrame que no estoy muerta.
Te prometo, amor mío, la manzana.

 

 Miguel Oscar Menassa recitando a Carilda Oliver Labra

 

CUENTO

Yo era débil,
rubia, poetisa, bien casada.
Tenía deudas
y una salud de panetela blanca.
Hicimos una casa pobremente,
muchas ventanas:
para enseñar nuestros besos a las nubes,
para que el sol entrara.
 
La casa era tan bella
que tú nunca dormías.
Ya no eras abogado ni poliomielítico ni nada.
Nunca dije:
¿cuándo vas a poner esa demanda?
porque yo tampoco
cocinaba.
Fueron días
como no quedan otros en las ramas.
Yo me empeñaba en sembrar algo en el patio:
tus gatos lo orinaban,
pero era tan feliz que no podía
decir malas palabras.
 
Ay, una tarde...
(septiembre tomó parte en la desgracia),
Ay, una tarde
(Dios estaría sacando crucigramas);
 
ay, una tarde
pusiste tantas piedras en mi saya
que desde entonces ando inventándome la cara.
El cuchillo
tenía la forma de tu alma;
yo quería ser otra, hablar de las estrellas...
(sobraron noche y cama).
Yo me empeñaba en sembrar algo en tu pecho:
tus gatos lo orinaban,
y era tan infeliz que no podía
decir buenas palabras.
 
Tarde en otoño.
Miré las sábanas amargas,
el jarro de la leche,
las cortinas,
y el crepúsculo me convirtió en su mancha.
(Yo era un clavel podrido de repente,
un canario botado).
Con empujones que lo gris me daba
entre temblores,
volví a la falda
de mi madre.
 
Pasaron tantas cosas
mientras yo me bebía la soledad a cucharadas...
 
Un viernes
—un viernes en que tu olvido me enterraba—
llegué a la esquina de la casa.
Estaba allí como una tumba diferente,
se veía otra luz por las ventanas.
Tuve miedo de odiar...
(Ya era hasta mala).
 
Pasaron tantas cosas;
el tiempo fue cosiendo mi mirada.
 
Ahora no pueden asustarme con los truenos
porque la luz me alza.
Ahora no pueden confundirme con un libro.
Soy la palabra recobrada.
 
¡Ríanse,
agujas que en mi carne se desmandan;
ríanse,
arañas que me tejen la mortaja;
ríanse,
que a mí, también, carajo, me da gracia!

(Vete,
dolor que lo menciona:
al innombrable se le pone tumba,
en paz quedamos
y luego va una por el mundo como quien nunca tuvo
cosas inmortales).
 
Estaba, sí, después del beso,
pidiéndole perdón a las paredes;
estaba como pariéndome otra vez,
como de niña bajo el vientre,
como palideciendo mucho,
como casi,
como empezando a ser
cuando
desnudo y para siempre entraste bajo el agua.

Todo el naufragio se paró de pronto,
todo en octubre se hizo pan,
misericordia el tiempo.
 
Otoño,
estatua germinal del cuarto,
lúgubre hermosura de los huesos;
sin usarme,
sin yo misma,
naciendo a los temblores importantes,
a la pequeña abertura de la dicha
si llueve y canto;
más tú que nada,
médula del presagio,
sólo un negocio del asombro,
sólo un trémulo palacio donde goteaban
no es ineluctables,
sólo la música que escuchó el verdugo,
azucenado nervio,
estaba
cuando
desnudo y para siempre entraste bajo el agua.

 Tengo que insistir en el psicoanálisis de los candidatos, por lo menos hasta que puedan cuatro sesiones semanales
************************************************************
Si no hubiera habido nada de amor, ella me tendría que agradecer casi todo.
************************************************************
No me nequé a nadie y, sin embargo, no me terminaron de hacer lo peor,
***********************************************************
Se queja de todo y yo no puedo decirle nada.

***********************************************************
Cuando se renuncia, hay que saberlo, se renuncia a nada.

 

 Miguel Oscar Menassa recitando a Carilda Oliver Labra

Índio Gris
 

TALLERES DE POESÍA

GRUPO CERO
Abiertos todo el año
91 758 19 40

www.poesiagrupocero.com

 

Usted es feliz pero no puede sonreír.
Clínica Odontológica
GRUPO CERO

¡CONSÚLTENOS!

TEL. 91 548 01 65

 

CONSULTA 
GRUPO CERO

CONSULTA 
GRUPO CERO

Amelia Díez Cuesta
Psicoanalista

Carlos Fernández
Psicoanalista

Pedir hora: 
91 402 61 93
Móvil: 607 76 21 04

MADRID
AMELIAA@terra.es

Pedir hora:  
91 883 02 13

ALCALÁ DE HENARES (MADRID)
carlos@carlosfernandezdelganso.com
www.carlosfernandezdelganso.com

CONSULTA  GRUPO CERO

Mónica Gorenberg
Psicoanalista

Pedir hora: 
976 25 25 17 - 659 09 10 60

ZARAGOZA - MADRID

 

 

AULA CERO DE FRANCÉS

Practicar el francés en Madrid
CURSOS INTENSIVOS 
Tel. 91 542 42 85. De 8 a 22 horas
TODO EL AÑO
www.aulacero.com
aulacero@retemail.com

 

CONSULTA GRUPO CERO
TRATAMIENTO DE PAREJAS

TALLER DE ENSAYO

Miguel Martínez Fondón
Psicoanalista

Coordinador: 
Juan Carlos De Brasi

Pedir hora: 91 682 18 95
GETAFE (MADRID)

91 547 56 64 (MADRID)

subir


Índio Gris