Revista semanal por Internet Indio Gris
Nº 146. AÑO 2003 JUEVES 6 DE MARZO

FUSIONA - DIRIGE - ESCRIBE Y CORRESPONDE: MENASSA 2003

NO SABEMOS HABLAR PERO LO HACEMOS EN VARIOS IDIOMAS
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DE UNA FUSIÓN
EL BRILLO DE LO GRIS
Y
EL INDIO DEL JARAMA
LA FUSIÓN CON MÁS FUTURO DEL SIGLO
XXI

Indio Gris

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INDIO GRIS Nº 146

AÑO III

EDITORIAL

Tal vez, decir que ya no podemos movernos del lugar donde estamos viviendo, no es, precisamente, decir que estamos encadenados, sino, más bien, supone haber encontrado la manera de habitar esta selva de dios, que no es siquiera de los españoles. Cada vez que me quejo de la discriminación que se ejerce sobre mi persona, aparece uno, cuando no, dos españoles, diciendo que a ellos les pasa lo mismo que a mí. Con lo que no deja de ser terrible lo que pasa, porque si los ciudadanos de un país son tratados igual que los extranjeros, ¿quién querrá ser ciudadano de este país? Viajes para el presidente de gobierno, que está deprimido. Duelo y melancolía, ésta es la clase que tengo que dar. Comenzaría diciendo: Hoy queremos hacer saber al Señor Presidente de Gobierno y a sus amigos más íntimos (que siempre intervienen en estas situaciones) que la melancolía se cura.

Una pérdida de alguna persona amada o, bien, la pérdida de un ideal. Y como usted bien lo sabe, todos los presidentes de gobierno perdemos, en el cumplimiento de nuestra función, muchos ideales.

El psicoanálisis, también, tiene abiertas sus puertas para una gran tristeza como la suya. Anímese, no sería el primer presidente de gobierno en tratamiento psicoanalítico. Allí donde un grupo es un gobierno, yo, también, sería un presidente de gobierno en análisis. 

VÍDEO Miguel Oscar Menassa recitando

SOY, ME DOY CUENTA

Soy, me doy cuenta,
un nadador muerto de frío.
Lo que me pasa es el amor.
También es la nostalgia
por mi país, mi barrio
las glicinas
colgando de su cuello
como si su cuello
fuese el cuello de una reina
y nos pasábamos
de balcón en balcón
y locos nos besábamos
y en cada salto
nos parecíamos a los pájaros.

Después fuimos los témpanos eternos
después siempre viajamos en soledad.

Gigantescos
y helados
témpanos solitarios
viajamos contra todo.

Contar los golpes
nos decían
contar las caídas
más de mil no serán
y desde entonces
la poesía
pide libertad y no
una libertad medida
por banderas.
La poesía pide
una libertad soberbia
todo el tiempo
toda la maravilla
de lo desconocido
en esa libertad.

No la libertad de las estatuas.
Una libertad
que destruya todas las estatuas.

La poesía ambiciona en esa libertad
ser material presencia de lo humano.

Ella grita furiosa entre las piedras:
o todos o ninguno. Garganta universal.

Mientras sobre la tierra
alguien no pueda el hombre
no habrá hombre.

Temblando
y entre el temblor está mi vida
y termino llorando enloquecido
porque no puedo más
y arranco de la miseria
una grandeza:

El deseo ferviente de ser

esa libertad
ese hombre.

Bestial
libre también de libertad
ella
me hace saber que no podré.

Mi desdicha
no es su beneplácito
pero tampoco su dolor.
Su libertad es infinita.
Más que una danza
para ser bailada por todos
una danza
que tenga de todos
el movimiento más preciso.

Viajo
sin aparente retorno.
Soy la Poesía.

QUERIDA:

Ahora escribo y dentro de unas horas me dormiré en los laureles de haber escrito.

En tu presencia, loca, desvariada, abierta mariposa del otoño, tengo sed de espantos malogrados, de terciopelos de lunas abiertas a otras constelaciones.

Detengo el flujo de mi palabra, detengo el flujo de mi amor, para que ella no muera asfixiada con el violento humo de mi voz incendiada, por el fuego de tus labios, enamorada, loca y hambrienta muchacha de las glorias pasadas. Eterno fluir de los manzanos.

- Todo funciona más o menos mal. Ella es terca, empecinada, estúpida y, ahora, encima, me ha prohibido soñar y, claro, yo no doy más y le digo:

Nena, me parece un poco exagerada tu manera de ser.

Y ella abre sus ojos, abre sus ojos, pero no me contesta ninguna palabra. Es ciega.

Yo la oigo, soy el hombre capaz de las frases más violentas del siglo. Soy el coloso que soportó que las palabras se combinaran en cualquier dirección. Inexplicable y, a la vez, sobrenatural, simbólico.

Ella abre sus ojos, abre sus ojos, pero...

- Continuamos la próxima.

Me arrodillé y comencé a chupar su culo monumental y ella se sentía bendecida por Dios. Y su boca se deshacía en besos, en chupadas, y de su concha comenzaba a emanar un flujo tibio y perfumado, y su culo se abría como una flor encarnada y sus ojos se entrecerraban, para poder imaginar otra mujer a nuestro lado.

Y ahí se relajó y me dijo tiernamente, como si yo le fuera a regalar una flor:

-Ahora, por favor, ahora despacito, despacito...

1

Las cosas grandes se hacen lentamente a través de los años.

2

Destruir, porque sin algo que se destruya no hay novedad.

3

Ya ninguno de mí podrá seguir adelante sin mí.

Esta vez no escribo para que me vengan a decir qué bien lo ha hecho. Esta vez escribo para decir que el mundo es infinito, que yo no sé, que nadie sabe. Que tal vez amor, opúsculo del mar.

El circo tiene presencia iluminada. Ella está a punto de morirse a causa de una infección banal, los médicos dicen que no pueden explicarse cómo, esa nada, provoca en ella síntomas tan exagerados. El resto del personal asume sus responsabilidades.

Mi culo roto al viento, amado. Mi concha despedazada por el virus de la paz.

El personal, como decía, se enferma de nostalgia, de tedio, de maldad.

Indio Gris

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