Revista semanal por
Internet Indio Gris FUSIONA - DIRIGE - ESCRIBE Y CORRESPONDE: MENASSA 2003 NO SABEMOS HABLAR PERO LO HACEMOS
EN VARIOS IDIOMAS INDIO
GRIS ES PRODUCTO INDIO GRIS Nº 143 AÑO III EDITORIAL Debo comenzar a escribir sin parar por lo menos hasta la página mil, para que mis palabras vayan teniendo su propio peso. Estoy educando a los últimos decadentes, tengo que ser simple, decir que no existirá otro reglón más allá de los renglones. Como si la vida fuese esa quietud imposible. Veremos quién se queda con la boca abierta, yo por la condena o ellos por mi habilidad para burlar a la justicia divina, ya que de eso se trata cuando está en juego el superyó. Esta vez comienzo la tarea descuartizado, hecho mil pedazos de mierda, cristalina y olorosa a la vez. Esta vez, ni venganza ni amor, esta vez vengo por el oro, por el intermediario sin barreras y nada me detendrá. Me habían herido, disparado a mansalva, tenía trozos de bala o bien balas enteras por todo el cuerpo, algunos pedazos de plomo me llegaban a vísceras nobles y hasta mi propio cerebro fue alcanzado por el plomo del amor. No tengo que olvidarme que, más que escribir, lo que tengo que hacer es saber qué hacer con todo lo que tengo escrito, cientos de páginas que no encuentran su camino porque yo, que tengo que poder darles la orden, no encuentro mi camino y parece mentira que tánto tenga que ver la vida del escritor con su escritura, en tiempos donde nadie tiene que ver con nada, mucho menos con lo que produce como arte, metáfora. Varios son los asesinatos que tengo que cristalizar antes que se pongan seriamente a hablar de mi escritura. Así que cuanto antes, mejor. VÍDEO
Miguel
Oscar Menassa recitando
SOY Soy Hoy QUERIDA: Sin
detenerme, vuelo sobre la alegría de la luz. Las
grandes melodías de la época vibran en mi camino. Es
un carnaval, un loco carnaval el que nos une.
Es encantador cómo al hombre moderno todo le sale más o menos. El hombre moderno adolece de serenidad, es decir, de exactitud, nada es correcto en él. - Mire, doctor, lo que yo hago es prácticamente imposible, así que no me interesa mucho cómo salga, alguien me perdonará, alguien justificará los resultados. Escuche bien lo que le digo, doctor, todos los espejismos son regulados desde el dinero que se gana mensualmente, ¿entiende? Soy, doctor, una escandalosa serpiente enamorada, todo el delirio son las pesetas abiertas a la sinrazón de unas poesías desesperadas, ignotas, esbeltas. - Continuamos la próxima.
Ella fue al baño y dejó la puerta abierta, yo cobré ánimo y me bebí dos o tres tragos largos de un licor de fuego. Ella comienza a besar su propio rostro en el espejo del baño y ofrece sus nalgas a mis labios sedientos por amarla. - Nunca nadie bailó exactamente para mí, desnuda para mí, le dije por decir algo, y ella comenzó a mover el culo y a mojarse los dedos y luego con los dedos mojados por la saliva caliente, a apretarse un poco los pezones como si ella misma se los chupara. Y besaba, con ardor, su propia imagen en el espejo y me miraba con ojos de gozadora inmortal, y yo la veía acompañándome, entre otras mujeres amadas, en el Olimpo y ella me miraba nuevamente y me lo decía: - Yo, yo bailaré para tí, yo, querido, bailaré para tí.
Ahora que nadie puede quitarme lo que tengo, tendré. Después, encontraré la manera de huir de mí. Algún verso, alguna canción desesperada, me arrancará de cuajo. Nunca hay que saludar si eso no forma parte de una estrategia. Ya nadie sabe qué es lo que me da mi propio porvenir. La idea de recuperar toda la escritura de los cuadernos y páginas sueltas, me emociona a tal punto que lo dejaría todo por eso. Tendré calma, ya he aprendido que la vida no se acaba mañana. Esperaré agazapado la oportunidad y, ahí, me haré con todo el botín. Soy el arte de la torería, mi capa no tiene retorno. Nunca he mirado para atrás. El atrás siempre me viene de otro sitio. No creo que pueda conseguirlo, ser un maestro de todas las artes marciales. Como si no alcanzara con ser Dios, con tenerlo, con amarlo. Quiero ser un hombre, alguien que ame esa tontería de morir. Alguien que pueda clamar por su libertad, para no conseguirla. Indio Gris |