Revista semanal por
Internet Indio Gris FUSIONA - DIRIGE - ESCRIBE Y CORRESPONDE: MENASSA 2003 NO SABEMOS HABLAR PERO LO HACEMOS
EN VARIOS IDIOMAS INDIO
GRIS ES PRODUCTO INDIO GRIS Nº 140 AÑO III EDITORIAL Todo está a punto de estallar en mí, se cierne sobre nosotros la muerte llevadera. La muerte poco a poco, el último viaje más que el verdadero y, sin embargo, estoy a la espera de una verdadera iluminación. Un verdadero cambio de rumbo para mis enclenques ambiciones. Una cantidad exagerada de significantes producidos en un tiempo demasiado breve para poder ser procesados por los integrantes del grupo, debe coincidir, para que no produzca repetición o locura, con una exagerada producción de dinero. De esta manera el cambio no sería sólo un cambio de vida sexual sino, fundamentalmente, un cambio de destino. Escapando, mediante una gran cantidad de dinero y de significantes, del campo de la necesidad, se trate de cualquier necesidad, estaríamos en condiciones de afirmar que nuestra muerte dependería, estrictamente, del entrecruzamiento mortal de nuestros deseos. VÍDEO
Miguel
Oscar Menassa recitando
PERFILES DEL TIEMPO Vi
cómo los perfiles del tiempo QUERIDA He de ejercer una violencia más sobre ti, mi pequeña, habrás de ser una mujer y mi mujer, las dos al mismo tiempo. Las dos, como dos pieles extendidas anchas y generosas sobre mi locura. Después vendrán luciérnagas y risas a verificar nuestro lugar sobre la tierra.
- Veremos qué nos pasa hoy, señor de las alturas: Vírgenes pasadas de moda, abiertas, sin esperas, sin dolor, sin lujurias, abiertas, conscientemente abiertas a la nada. Después de esta elucubración, ella comenzó una especie de relato: - Yo veía que la gente entraba en la cafetería, pedía café con leche y croissants con mantequilla y yo los odiaba. Relaciones públicas, relaciones públicas, conseguirle una puta al periodista, que bien podría ser yo misma, ¿no? Adelante, Menassa, el hombre puede más... Y yo le pregunté ingenuamente ¿y la mujer? Ella me contestó con pasión: - Pregúnteselo a su madre; yo, por mi parte, pienso estropearlo todo. Estoy un poco loca, tengo ganas de irme a Túnez o Venecia, me quiero ir por ahí, pero ella me persigue por todas partes, siempre riendo, siempre contenta, no la soporto más. Lo mío es incapacidad básica de relacionarme con los demás y si siete años de psicoanálisis con usted, doctor, no me han modificado... Yo, tal vez de una manera apresurada, le dije: - Necesitará otro psicoanalista. Y ella, suspirando apenas: - Váyase a la mierda, yo soy la mejor tratada, la rubia, la perfecta. Usted sabe que soy histérica, que sufro cuando se realizan mis deseos, pero no importa, doctor, dígame la verdad. Y yo, como un hombre normal, le dije: - Salvajes monstruos me recuerdan, deliberadamente, que la que se reía todo el día como una estúpida era su madre. Continuamos la próxima.
Me arrodillé y comencé a chupar su culo monumental y ella se sentía bendecida por Dios. Y su boca se deshacía en besos, en chupadas y de su concha comenzaba a emanar un flujo tibio y perfumado y su culo se abría como una flor encarnada y sus ojos se entrecerraban, para poder imaginar a otra mujer a nuestro lado.
1 La verdadera cultura occidental no existe, exactamente, en ninguna de las libertades bajo las cuales se la piensa. 2 Habrá normalización en todos nosotros, pero al estilo cero: ni exiliados, ni argentinos, ni españoles. Terráqueos. Y agradecimiento, ¿a quién? ¿y por qué? Si es a mí, a quien le duelen las espaldas. Todo me parece mal, todo me parece bien. ¿Qué hace que sean ustedes y no otros, mis amores? ¿De quién es el privilegio? ¿Quién vive del otro? A ver, ¿Quién vive? ¿quién es sus mismas vibraciones? A ver, ¿quién sabe quién es? ¿quién se ama a sí mismo? A veces, me pregunto qué malsana lujuria me lleva, por estos caminos, a decir verdad, casi intransitables. Ser famoso es algo que le debe interesar a todos los hombres y, sin embargo, sigo escribiendo que, ser el mejor escritor del mundo, es diferente a ser famoso. Me imagino un gran escritor, viviendo en su casa, escuchando tangos, amando a las mujeres, me lo imagino, digo, sin grandes libertades. A un hombre famoso, me lo imagino, todo el día, montado en un caballo blanco, en un blanco caballito de cartón, un hombre, solo, todo porvenir. Un hombre, por encima de todo, en una palabra, agotador. Zarpar, qué maravilloso sería zarpar. Abandonar también las cenizas, dejar que todo vuele. Terminar con los desdoblamientos, terminar con las bromas. El hombre puede más. Indio Gris ESTO ES PUBLICIDAD
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