Revista semanal por
Internet Indio Gris FUSIONA - DIRIGE - ESCRIBE Y CORRESPONDE: MENASSA 2002 NO SABEMOS HABLAR PERO LO HACEMOS
EN VARIOS IDIOMAS INDIO
GRIS ES PRODUCTO INDIO GRIS Nº 136 AÑO III EDITORIAL No hay teclado u oscuridad de mí que ella no haya tocado con su pureza, es decir, una de las formas de la ignorancia. Ella toca, pero ignora su capacidad de tocar. Vive no haber tocado, vive no haber vivido y, luego, le vienen como de regalo los efectos producidos por su propia experiencia (aún desconocida por ella) de haber tocado. Estímulos éstos que producen en ella efectos de enfermedad, más que por morbosos, por inesperados. Allí donde ella no esperaba, lo no esperado no se encuentra con ella (un yo de ella) sino más bien un vacío de yo, una nada de ella. Ese agujero en el yo, imposible de poder ser concebido como palabra, se apropia para que pueda seguir siendo posible el mecanismo del propio cuerpo del sujeto y deja en su cuerpo una marca que la muerte, desde el futuro, reclama como propia. VÍDEO
Miguel
Oscar Menassa recitando
BALBUCEAR Balbucear Primero
una palabra solitaria Temblando Me
fui cayendo A
veces Olímpico
hielo algodonoso A
veces volar era caerse Fui libre todo lo que quise. De
tanta libertad La
soledad y el hambre Libertad
inútil libertad Muerto La
libertad vivía en él. Para ver el video debe tener instalado en su ordenador los programas:
QUERIDA: Allí
donde el sarcasmo se pregunte por las sinrazones del odio, allí
Ella insiste en que seguirá loca hasta el fin. Y yo le contesto que hacer el amor con personas que, todavía, aman a su madre, es terrible. - No se preocupe, doctor, el año que viene me enamoraré de usted y algún estúpido dirá que las mujeres psicoanalizadas sólo aman a su psicoanalista. - Continuamos la próxima.
En la mesa, él como siempre, queda sentado siempre por casualidad entre dos mujeres amadas. Cuando todos estaban preocupados en elegir lo que comerían, él disimuladamente, todo lo que se podía, baja una mano para agarrarle el muslo, y luego baja la otra mano para agarrarme el muslo a mí. Lentamente acerca sus manos hasta muy próximas a la concha de la una y de la otra. Yo que tenía un vestido amarillo, muy corto, él alcanzaba a deslizarse, mano con piel, directo a la falda. Ella y yo nos mirábamos cómplices, como si hubiera sido un pacto, hace días, mirarnos. Yo, en su mirada de gozadora, escuchaba: - Ay, lo que me está haciendo este hijo de puta y mirándome aún más fijamente me preguntaba: ¿Quieres un poco de queso? Ella con una mano y yo, con otra, le tocábamos suavemente, la pija, pene todavía y, lentamente, iba tomando proporciones extraordinarias, bajo su pantalón blanco. - Me van a hacer acabar como dos locas juntas y delante de sus novios, sus novias. ¡Qué barbaridad! Yo la miraba a ella con desesperación. Ella entrecerró los ojos y yo dejé caer el tenedor, cuando ella movió la cabeza afirmativamente y al agacharme debajo de la mesa para alcanzar el cubierto, alcancé a beberme todo su semen. Ella, con su mano debajo de la mesa soltó su pija y me tocó la cabeza con ternura.
1 Yo no pienso tragarme el anzuelo. La vida, todavía no la hizo nadie. Y a cualquiera que quisiera empezar, le costaría un trabajo relativamente grande lograrlo. 2 Si es algo que va a pasar por primera vez en el mundo, le dije, con calma, no puede pasar de un día para otro. 3 Un hombre atentando todo el día contra sí mismo no va más. Los enemigos tienen que estar fuera de nosotros. - Cambiar de vida querrá decir comenzar a encontrarme con lo bello, con la cara llena de la vida. -
Comenzaré por dedicarme a la política sanitaria. -
Comenzaré por vivir, comenzaré por vivir. -
Cambiar...cambiar... sí, claro, me gustaría pero cómo. Atarme a qué
nuevo delirio, si ya no tengo cuerda. -
Comprendo, comprendo, hay un amanecer en mi mirada pero está nublado. - Soy un hombre duro, cambiaré, me arrancaré toda la piel y seré otro. Indio Gris ESTO ES PUBLICIDAD
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