Revista semanal por
Internet Indio Gris FUSIONA - DIRIGE - ESCRIBE Y CORRESPONDE: MENASSA 2002 NO SABEMOS HABLAR PERO LO HACEMOS
EN VARIOS IDIOMAS INDIO
GRIS ES PRODUCTO INDIO GRIS Nº 129 AÑO III EDITORIAL Historias, lo que se dice historias, tengo miles, todas incontables. Lo que me falta, verdaderamente, es un poco de valor. Soy un tarado feliz. Sin moverme, es el mundo el que se mueve y yo me río, feliz, de tanto movimiento. Conformarse con la alegría de lo ya obtenido es dar un gran paso. Ahora que tengo algo que cuidar, puedo atacar con fuerza todo deseo de pobreza. Hay una libertad que llega con tu canto. Mas yo no te esperaba, mi amor, y, sin embargo, fue muy duro pensarlo. Ojo de nieve, alpaca del tiempo, ante de luz, no sé si esperaré todo el horror sólo para tenerlo. Querida, oscuramente me retiro hacia la luz, dejo el amor. Miguel
Oscar Menassa recitando
ESPERANDO VOLVER NUNCA HE LLEGADO Esperando volver nunca he
llegado, Si me besas aquí, pienso
en otrora, Estoy, no tengo, no
consumo nada. en mis labios inmensos
fuera del tiempo, Para ver el video debe tener instalado en su ordenador los programas:
QUERIDA: En el rosado rozagante
espectro Huyamos del hambre, veneno cruel, que es simplemente por una locura que escribo. El ruido de la máquina me enorgullece como si fuera una canción famosa que un cantor famoso canta para mí. Un ruido de lata contra lata, con variaciones de sepulcros abiertos a los gritos nupciales de las babosas cuando cohabitan entre los altos espineles alados. Voy vociferando lentamente mi destino como si mi destino fuera el destino de las pobres bestias inmaculadas, que no pudieron todavía hablar con ningún dios que les explicara el misterio de la vida. Como esas pobres bestias amantes de la muerte. Oh, cuerpos del calor extremo, perfectas mariposas desesperadas, tenues ruiseñores alocados y ciegos, como usted, cantores de los días más espectaculares de nuestro proceso de fracasar, de nuestro gran error. Yo soy el que se hunde silenciosamente en mí, para que puedas volar.
Él se tumbó sin decir palabra. Luego de quince minutos de silencio me dijo con voz tranquila, pausada: - Tengo que poder hacer todo de otra manera. Lo que no entiendo de ninguna manera es por qué tengo una mujer y una sirvienta, ¿para qué? Tengo que poder ubicarme en una realidad más objetiva. Entonces y le dije, también con tranquilidad: - A partir de la semana que viene podemos comenzar con la tercera sesión. Continuamos la próxima.
La agarré de los pelos y le di media vuelta. La apoyé delicadamente contra el escritorio, con sus tetas sobre el cuaderno de bitácora y me la follé por el culo al estilo clásico. Todo goce. Primero le chupé el culo casi quince minutos, después, en una posición rara, mientras ella también, me chupaba, le metí dos dedos (el índice y el medio) que mezclados con la saliva se introdujeron con una facilidad asombrosa. Ella exclamó: - Rómpeme toda, métemela por el culo, por favor.
1 Fuertes llamadas al corazón demostrando cuán infeliz es el que cosecha sólo lo que fue capaz de sembrar. 2 Tenía mis razones cuando decía que no pensaba mejor quien leía más. Además, entre los que saben leer, nadie sabe organizar los productos de tantas lecturas. A mí, si lo pienso bien, me tocó darles de comer a las bestias, para que las bestias fueran, ahora, sostén de alguno de mis nombres. Sin
ninguna exigencia se podría vivir igual. Indio Gris ESTO ES PUBLICIDAD
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