Revista semanal por
Internet Indio Gris FUSIONA - DIRIGE - ESCRIBE Y CORRESPONDE: MENASSA 2002 NO SABEMOS HABLAR PERO LO HACEMOS
EN VARIOS IDIOMAS INDIO
GRIS ES PRODUCTO INDIO GRIS Nº 103 AÑO II EDITORIAL ENTREVISTA AL POETA MIGUEL OSCAR MENASSADomingo, 5 de mayo de 2002 Carmen Salamanca: Su libro Yo pecador está lleno de personajes. Da la sensación de que los conoció, de que realmente existía la abuela María, el abuelo Naur. ¿Qué nos puede decir de esos personajes? Miguel Oscar Menassa: Que no son personajes, son mi familia. CS: Son su familia. ¿Cómo eran? AD: Menassa siempre usa los nombres propios… para la ficción. CS: “María la hechicera” ¿era bruja? MOM: Ya usted le dijo bruja. CS: Cariñosamente. MOM: Era hechicera, no era bruja. La maga María, la llamaban. María la hechicera y la maga María. Era una mujer con, digámoslo de alguna manera, poderes curativos, de la cual yo heredo ese poder, yo tengo manos curativas. No me mire con esa cara. ¿No ve los poemas que escribo yo con las manos, o a usted le parecen poco terapéuticos mis poemas? Eso lo heredé de mi abuela María, la hechicera. Con esta mujer que era mi abuela, que era una mujer realmente maravillosa, interesante, yo aprendí lo que era la histeria, siendo muy pequeño, a los 6-7 años de edad. Viene a consultar un señor que era paralítico, entonces ella empieza a tratarlo y a los tres meses de tratamiento, un día viene el hombre corriendo a decirle que le iba a regalar un camión a ella, un camión a su nieto, un camión a su hijo. Estaba totalmente chiflado pero había venido corriendo y antes estaba paralítico. Mi abuela no le hizo nada, ella le ponía clara de huevo en las piernas con vendas, como una especie de yeso, una especie de escayola, la clara de huevo se solidificaba en la venda. El hombre había estado 4-6 años paralítico. Pero claro, cuando dejó de estar paralítico el tipo estaba más loco que un tomate, un tomate fuera de estación, porque uno en estación no está loco. Su marido la raptó cuando tenía 15 años, el abuelo Antonio, que vivió 107 años. Raptó a María porque tenía 15 años y no se podía casar, él la necesitaba, la amaba. El hombre fue y la raptó, se la llevó. Después tuvieron algunos hijos, 10-11 hijos. Él tenía 55 años y ella 15. CS: ¡Vivió un montón! MOM: 105-107 años. Yo lo conocí ciego, cuando él murió yo tendría 6-8 años; para mí siempre fue ciego, pero fue ciego los últimos 10-15 años de su vida. CS: ¿Y ese era? MOM: El padre de mi madre. CS: La familia de su padre estaría en el Líbano. MOM: El padre y la madre estaban en el Líbano y un hermano en Argentina. ¿Por qué me está preguntando, por mi vida de exiliado? Usted, que es del mundo del psicoanálisis, me podría interpretar que al final terminé haciendo lo que hizo mi papá, exiliándome. Puede ser. CS: En dirección opuesta, uno fue para la izquierda del mapa, el otro para la derecha del mapa. Después habla de “mi primo Miguel, que le mataron por la espalda”. Es un libro donde la muerte está muy presente, el mar que mata a nuestros hombres, decía un poema. MOM: Es la manera de leer porque ahí también hay un nacimiento. Porque morían los hombres en el mar yo pude nacer, porque morían los hombres en el mar mi padre huyó de morir una mañana de invierno en el mar y llegó a Buenos Aires, que en ese momento era una ciudad. Hay varias historias, como cuando mi padre iba a ver a la que iba a ser mi madre, bueno el que iba a ser mi padre porque tampoco era mi padre en esa época. Él tenía que atravesar Puente Alsina. “Puente Alsina que ayer fueras mi regazo de un zarpazo la avenida te alcanzó, viejo puente solitario y confidente, sos la marca que en la frente el progreso te ha dejado, el suburbio revelado a su paso sucumbió”. Él tenía que cruzar el Puente Alsina, llevaba un revolver, un Colt 38 y antes de entrar al puente tiraba dos tiros para que los delincuentes del puente supieran que iba armado y lo dejaran pasar. Iba a ver a mi madre. Esto era en el año treinta y pico, en el siglo pasado. CS: Sí, claro, hace casi 100 años. MOM: Cachafaz, era uno de los más grandes bailarines de tango. Bueno, mi madre bailaba tangos con el Cachafaz. Trabajaba en la Compañía General de Fósforos. Pero claro evidentemente si mi padre hubiese podido rescatar la fortuna que dejó en el Líbano al partir, no es que yo me hubiese dedicado al contrabando de mariposas, de farfalas, hubiese sido más fácil, hubiese hecho lo que hice, nada más que un poquito más fácil. CS: Estaba pensando si la patria es como la familia, como la madre y el idioma, tiene que ser fuerte cambiar de idioma. MOM: Yo, cuando vine de Buenos Aires creí que la patria eran las calles de mi ciudad pero, en realidad, toda ciudad son los impuestos que uno paga. Pero claro, si hubiese descubierto eso a los 35 años, hubiese sufrido menos. Toda ciudad son los impuestos que uno paga, si pago impuestos del alumbrado vivo en una ciudad con luz, si no vivo en una ciudad oscura aunque esté la luz. Pago barrido y limpieza y algunas veces veo la calle limpia no pago barrido y limpieza, siempre veo las calles sucias. CS: Tenemos la Feria del Libro dentro de poco. MOM: Hay que invitar porque ¿cuántas novedades vamos a llevar a la Feria? CS: 15 novedades, 11 libros de poesía y 4 de psicoanálisis.
A San Isidro Labrador CAMPO ALEGRE La
tierra se enfurece o descansa Madres
de amor El
amor se agiganta.
QUERIDA: Un hombre que no sabe claramente dónde ir, termina yendo a cualquier lado. Y hasta hoy nunca se me había ocurrido pensar que un hombre tenía necesidad de saber hacia dónde se dirigían sus pasos. Más bien siempre pensé que mejor era no saber. La vida, quiero decir mi vida actual, ciertos sucesos acontecidos en mi propio corazón, me van mostrando que un hombre (y a mí me gustaría serlo) piensa antes de hablar y conoce antes de vivir. Es decir, los hombres en general viven exactamente al revés de como yo viví hasta aquí. En mí hay algo que desvió todos los sentidos.
- Mi padre me metía en el baño cuando cagaba (mientras hablaba él dejaba escapar una especie de silbido sordo) y no me dejaba salir y había un olor a mierda insoportable. Con esta mierda (agita unos papeles escritos que tiene en la mano derecha), la boca también es un esfínter; la última vez que estuve con mi mujer, nos besábamos y nos besábamos y yo le metí un dedo en el culo y me lo manché de mierda y creo que ésta fue la última vez. - ¿Y qué esperaba encontrar en el culo de su mujer? Y él me contestó rápidamente: - Monedas de oro, y se quedó callado.
Quería dormirme y no podía, ella no me dejaba pegar los ojos. Cuando no estaba conmigo, porque su llanto se escuchaba estuviera a la distancia que estuviera; y si estaba conmigo, porque lloraba con grandilocuencia por todo el tiempo que no estuvimos juntos. Ella me supone todo el tiempo que no estoy con ella, haciendo el amor con otras mujeres. A veces, ella está tan desesperada, su deseo es tan incontenible, que yo termino haciendo el amor con varias mujeres.
1 A partir de hoy mismo, toda exageración es mala hasta que no se me demuestre lo contrario. Un hombre que se pasa todo el día averiguando cómo y cuándo irá a utilizar su pene, al final aprende sólo eso y no del todo bien. Un hombre tiene que dejarse llevar por todas las ideas, también las sexuales. 2 El tiempo de la filosofía del derroche, llega a su fin, nadie es capaz de una sexualidad, verdaderamente, libre y, por otro lado, todo el mundo termina pidiendo lo que cree haber puesto. Y vaya uno a tener; me digo, para devolver tanto. 3 Dar de comer es una manera de producir más comida. Es el espacio que se desgrana en versos.
Un hundimiento total de la personalidad, si no mata, hace inteligente y aquí estoy; puedo decir que conozco el fondo de toda inteligencia, de toda muerte. Toqué con mis palabras todos los registros posibles para el hombre y, debo decirlo, Dios y el Estado estuvieron siempre en contra de mis descubrimientos. No tengo nada que reprocharle a nadie y eso me hace grande. Elaboré a Dios como inconsciente y sigo luchando contra todo Estado. No fui nunca de nadie y eso, también, hace a mi grandeza. Conocí el deseo y, desde entonces, soy un ser que vive, permanentemente, fuera de sus circunstancias. He dejado de temer a la muerte, por fin ha comenzado la vida para mí. Y si pude eso, ya he podido mucho para mí. Ahora dejo mis palabras en libertad para que puedan con el mundo.
Indio Gris ESTO ES PUBLICIDAD LLANTOS DEL EXILIO Autor: Contiene trece láminas con algunos de los mejores cuadros de la obra de Miguel Oscar Menassa. |